El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió este viernes ante la Asamblea General de Naciones Unidas la ofensiva militar en la Franja de Gaza y rechazó de plano la creación de un Estado palestino.
"Es una locura y no lo haremos. No cometeremos un suicidio nacional reconociendo un Estado palestino", afirmó el mandatario, subrayando que esa posición es "la política del Estado y de la población de Israel".
Netanyahu acusó a países como Francia, Reino Unido, Australia o Canadá -que en las últimas semanas reconocieron a Palestina- de "recompensar a los más antisemitas del mundo" y de secundar "una guerra política y jurídica contra Israel" liderada, según dijo, por "líderes débiles y necesitados".
Sobre la ofensiva en Gaza, sostuvo que Israel "debe acabar el trabajo y lo hará lo antes posible", justificando que "los últimos remanentes de Hamás se atrincheran en la ciudad de Gaza y juran repetir las atrocidades del 7 de octubre una y otra vez".
El jefe de Gobierno israelí también dirigió un mensaje directo al grupo islamista: "Si liberan a los rehenes, vivirán; si no lo hacen, los perseguiremos".
Además, afirmó que su discurso se está retransmitiendo en vivo en los teléfonos móviles de los gazatíes, para que lo escuchen los líderes de Hamás y los que mantienen cautivos a los rehenes.
Su intervención estuvo marcada por la protesta de decenas de delegados que abandonaron la sala cuando Netanyahu subió al podio. En ese momento, la Asamblea quedó con gran parte de los asientos vacíos.