El Tribunal de Apelaciones del Reino Unido desestimó este viernes el recurso del príncipe Harry en su contencioso contra el Gobierno británico por el grado de seguridad policial al que tiene derecho cuando visita el país.
"Tras estudiar los documentos detallados, concluimos que no se puede afirmar que el sentimiento de agravio se traduzca en un argumento legal para impugnar" la decisión del Comité ejecutivo de Protección de Figuras públicas y de la realeza (Ravec), el ente que tomó la decisión, dijo el juez Geoffrey Vos, uno de los tres magistrados que estudiaron el caso.
Los jueces sostuvieron además que Harry y Meghan estuvieron "entrando y saliendo" del dispositivo de protección de Ravec ya que "fuera del Reino Unido estaba fuera del sistema, pero cuando estaba dentro su seguridad se consideraba apropiada".
"Era imposible decir que este razonamiento fuese ilógico o inapropiado, de hecho parecía sensato", añadió el tribunal, que sostuvo que la decisión de este organismo fue "comprensible, y quizá previsible".
El juez añadió frente a una sala a la que no asistió Harry que los argumentos de la defensa del príncipe eran "poderosos y conmovedores" y que era "evidente que se sentía maltratado por el sistema".
Pérdida de la seguridad por "cambio de estatus" del príncipe
El duque de Sussex, que sí se personó en la sala en dos vistas en las que se trató el caso, interpuso una querella contra el Ministerio de Interior tras la rebaja del nivel del dispositivo de protección sufragado por el contribuyente británico cuando el príncipe visita el Reino Unido.
El Gobierno británico sostuvo en una de las vistas, que se celebraron el 8 y 9 de abril, que decidió no habilitar un dispositivo de protección para el príncipe Harry para sus visitas al Reino Unido "en los mismos términos" que cuando vivía en el país debido a su cambio de estatus.
La abogada de Harry, Shareed Fatima, argumentó que los duques de Sussex se vieron "forzados" a abandonar sus funciones como miembros de la realeza pero que "deseaban continuar con sus tareas de apoyo de la fallecida reina (Isabel II) como miembros de la familia real financiados de manera privada".
Harry, de 40 años, abandonó en 2020 junto a su mujer, Meghan, sus funciones públicas como miembro a tiempo completo de la familia real del Reino Unido y en la actualidad reside en Estados Unidos.
El pasado 22 de enero, en otra intensa batalla judicial, el príncipe Harry aceptó un acuerdo extrajudicial con News Group Newspapers (NGN), la filial británica del imperio del magnate Rupert Murdoch, por el que la empresa admitió por primera vez una intrusión ilegal en su vida y en el que se incluía una "indemnización sustancial".
Palacio de Buckingham replica a Harry que la justicia ha rechazado todos sus recursos
El Palacio de Buckingham, residencia oficial del rey Carlos III de Inglaterra, replicó este viernes a las acusaciones de su hijo, el príncipe Harry, y manifestó que las peticiones de este para recibir seguridad policial cuando visita el Reino Unido han sido rechazadas de forma repetida por la Justicia.
"Todos estos asuntos han sido examinados repetidamente y meticulosamente por los tribunales, con la misma conclusión en cada ocasión", dijo un portavoz del monarca en una declaración a medios británicos.
El palacio contestaba así a la entrevista previa que dio Harry este sábado a la BBC en Estados Unidos, en la que mostraba su disconformidad con la decisión del Tribunal de Apelaciones de desestimar su recurso para que su protección y la de su familia cuando se encuentran en el Reino Unido corra a manos de la Policía.
"Mi padre (el rey Carlos III) tiene en sus manos mucho control y capacidad. En última instancia, todo este asunto podría haberse resuelto a través de él, no necesariamente interviniendo, sino haciéndose a un lado y dejando a los expertos que hicieran su trabajo", respondió.
El duque de Sussex dijo estar "decepcionado" sobre la derrota judicial y agregó: "En este momento no puedo imaginar un mundo en el que pueda traer a mi esposa e hijos de vuelta al Reino Unido".
Y desveló que actualmente está distanciado del monarca, que atraviesa un cáncer de naturaleza desconocida: "No sé cuánto más tiempo de vida le queda a mi padre. Él no me habla por las cuestiones de seguridad", añadió.
Pese a todo, aseguró que desea reconciliarse con el resto de su familia, aunque "si ellos no quieren, es cosa suya".
"Algunos miembros de mi familia no me van a perdonar haber escrito un libro y nunca me perdonarán por otras muchas cosas, pero me encantaría una reconciliación con mi familia. No tiene sentido seguir peleando más, la vida es preciosa", confesó el príncipe.