Rusia dio este miércoles por agotado el "fuerte impulso" para el fin de la guerra en Ucrania que fue alcanzado durante la reunión de Vladímir Putin con Donald Trump en Alaska, en agosto.
"Lamentablemente, debemos constatar que el fuerte impulso generado en Anchorage (Alaska) a favor de negociaciones se ha agotado", dijo el vicecanciller Serguéi Riabkov, citado por la agencia TASS.
Según el diplomático, la culpa de ello recae, en gran medida, en los esfuerzos "destructivos" de políticos europeos.
Riabkov volvió a advertir a Estados Unidos contra el envío de misiles de crucero Tomahawk a Ucrania, y confió en que Washington comprende las "graves consecuencias" que acarreará ese paso.
El personero indicó además que Moscú aún no ha recibido una repuesta formal de Washington respecto a la propuesta de Putin para prorrogar durante un año el último tratado de desarme nuclear entre las dos potencias (el START III), en vista de su vencimiento el 5 de febrero de 2026.
El lunes pasado, el Kremlin saludó la reacción de Trump a la iniciativa de Putin (la calificó como "buena").
No obstante, hasta ahora las autoridades rusas no han recibido la réplica oficial de Estados Unidos para proceder a la prórroga del documento.