El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este lunes una tregua de tres días para el 80° aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial, cuando el Kremlin reunirá a los principales líderes mundiales partidarios de poner fin a la hegemonía occidental.
El alto el fuego entrará en vigor en la medianoche del 7 al 8 de mayo y vencerá 72 horas después, del 10 al 11, informó el Kremlin en un comunicado.
Ucrania y la Casa Blanca se pronunciaron de inmediato a favor de un alto al fuego indefinido y no de una tregua provisional.
El Kremlin acogerá el 9 de mayo a más de veinte mandatarios, entre los que figurará el chino, Xi Jinping; el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, o el eslovaco Robert Fico.
Por ello, las autoridades rusas están interesadas en que la seguridad esté garantizada y ningún dron enemigo pueda aguar el desfile militar en la plaza Roja para conmemorar la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi.
Tregua de la Victoria
La nota destaca que la decisión de la tregua fue adoptada por Putin, comandante supremo de las Fuerzas Armadas rusas, "por motivos humanitarios".
"Rusia considera que la parte ucraniana debe seguir este ejemplo", señala.
En caso de que Kiev viole la tregua, añade, "las Fuerzas Armadas de Rusia darán una respuesta adecuada y efectiva".
"La parte rusa expresa una vez más su disposición a participar en unas negociaciones de paz sin condiciones previas que estén dirigidas a eliminar las causas primarias de la crisis ucraniana y a cooperar de manera constructiva con sus socios internacionales", subraya.
Putin ya declaró unilateralmente el pasado 19 de abril una tregua con ocasión de la Pascua Ortodoxa, a la que Kiev se sumó poco después.
Tras constatar que durante esas 30 horas se redujo la actividad militar en casi todos los sectores del frente, Putin se mostró dispuesto a reanudar las negociaciones directas con Kiev.
Rusos y ucranianos, enzarzados en una cruenta guerra desde el 24 de febrero de 2022, no se sientan en la misma mesa de negociaciones desde marzo de ese año.
Ucrania y EEUU exigen el cese de las hostilidades
En respuesta a la iniciativa del Kremlin, el ministro de Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, aseguró que dejar de disparar durante 72 horas no era suficiente.
"Si Rusia realmente quiere la paz debe declarar un alto el fuego inmediatamente ¿Por qué esperar hasta el 8 de mayo?", se preguntó Sibiga en X.
El ministro añadió que "Ucrania está lista para apoyar un alto al fuego a largo plazo, duradero y completo". "Es lo que proponemos constantemente, por al menos 30 días", resaltó.
Mientras, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que la actual Administración estadounidense desea que ambos bandos acuerden un alto al fuego indefinido.
Añadió que Trump, que cumple esta semana 100 días en el poder, está cada vez más frustrado con Putin y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
"Putin no tenía ninguna razón para disparar misiles contra zonas civiles, ciudades y pueblos en los últimos días. Me hace pensar que tal vez él no quiere parar la guerra", dijo en su red, Truth Social, tras asistir el sábado al funeral del papa Francisco en el Vaticano, donde se reunió con Zelenski.
Condiciones rusas en caso de negociaciones directas
Mientras que el Kremlin espera una "señal" de Ucrania para reanudar las negociaciones directas, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, exigió hoy el reconocimiento internacional de las regiones ucranianas anexionadas por Moscú, incluido la península de Crimea, como condición para un arreglo pacífico del conflicto.
"Es imperativo el reconocimiento internacional de la pertenencia a Rusia de Crimea, Sebastopol, la república popular de Donetsk, la república popular de Lugansk, Jersón y Zaporiyia", dijo Lavrov en una entrevista con el diario O Globo.
Lavrov destacó que las otras condiciones son la neutralidad ucraniana en línea con la declaración sobre la soberanía estatal de Ucrania (1990), lo que significa el no ingreso del país en bloques militares como la OTAN.
También insiste en derogar las leyes que persiguen "todo lo ruso" desde el idioma, a la cultura, los medios de comunicación, las tradiciones y la Iglesia Ortodoxa, adoptadas por Kiev desde 2014.
"Todas las obligaciones de Kiev deben ser fijadas jurídicamente y deben tener un mecanismo de supervisión y un carácter indefinido", dijo.
Además, el ministro aseguró que permanecen en la agenda "la desmilitarización y desnazificación de Ucrania, el levantamiento de las sanciones, las denuncias judiciales y las órdenes de arresto, y el retorno de los activos rusos congelados en Occidente".
"También intentaremos lograr garantías de seguridad fiables para Rusia ante las amenazas que surgen de las actividades hostiles de la OTAN, la Unión Europea y ciertos estados miembros en nuestras fronteras occidentales", apuntó.