Alejandra Arratia, subsecretaria de Educación, conversó con Cooperativa sobre los diferentes hechos de violencia ocurridos en las últimas semanas en distintos colegios del país y las formas que el Ministerio de Educación busca hacerles frente.
La subsecretaria precisó que la violencia escolar tiene tres niveles: los desafíos de la formación para la convivencia; luego, cuando pasan a ser acciones y hecho violentos, y "ya luego, otro nivel que fue lo que pasó, por ejemplo, en San Pedro de la Paz (Región del Biobío), que es cuando hay hechos constitutivos eventualmente de delitos".
"Es importante distinguirlos, no solo por un tema de separar los temas, sino que porque requieren un abordaje distinto", reparó Arratia.
Asimismo, identificó que "estamos en un contexto que tiene más hechos de violencia y que, de alguna manera, en algunos espacios se ha ido naturalizando que la forma de abordar los conflictos es a través de la agresividad, y eso inevitablemente se plasma en las escuelas. Son mensajes formativas que llegan".
En ese sentido, relevó que la violencia ente adultos en los establecimientos ha aumentado, apuntando que "estamos viendo que muchos apoderados cuando sus hijos e hijas tienen un problema, llegan de manera violenta al establecimiento educacional".
"¿Cómo los hijos de esos apoderados van a entender que la violencia no es la forma? Si ven a sus padres, madres, apoderados responsables, llegar al establecimiento de esa forma", reflexionó.
Dado lo anterior, insistió en que "tenemos un desafío societal respecto a la violencia. No para naturlizarlo, o hacerlo empatar, sino que para entender que para combatir la violencia tenemos que ser diferentes todos y dar mensajes claros desde todos los ámbitos que la violencia no es la forma de resolver los problemas".
Fortalecer la autoridad docente
Por ello, relató que en 2023 se convocó a una mesa llamada "Comunidades Educativas Protegidas", en la que participaron expertos, sostenedores y autoridades, en lo que se concluyó que "necesitamos fortalecer la autoridad".
"Ha habido un cambio en el sistema educacional, que se plasma en términos de visibilizar que las y los estudiantes son sujetos de derecho. Y eso, implica que el cómo se plasmaba la autoridad antes tiene que replantearse, porque hay que sostener formas de relación que sean respetuosas de los derechos de las y los estudiantes", sostuvo.
Sin embargo, "no es correcto que se entienda que porque las y los estudiantes tienen derechos, no hay disciplina y ni hay autoridad. La autoridad es fundamental para el proceso pedagógico".