Las indagatorias del Ministerio Público chileno y la PDI apuntan a un militar activo venezolano como el presunto líder del secuestro y posterior asesinato del exteniente Ronald Ojeda en febrero de 2024.
Según consignó La Tercera, se trata del coronel Alexander Granko, conocido como el "carnicero de Maduro". Para fortalecer dicha hipótesis, los investigadores esperan el análisis de pruebas clave.
El militar fue condecorado en enero de 2024 por Nicolás Maduro con la Orden Bicentenario de la Victoria de Ayacucho, medalla que recibió junto a otros funcionarios sancionados por Estados Unidos, Reunido Unido, la Unión Europea y Canadá por su presunta implicación en crímenes del régimen.
El reconocimiento a Granko fue un respaldo del Ejecutivo venezolano a sus aliados, considerados por Maduro como defensores del país ante el "imperialismo".
Por lo anterior, el fiscal Héctor Barros pidió ayuda al Departamento de Justicia de Estados Unidos con la finalidad de rastrear la actividad en redes sociales de Granko en las fechas cercanas al crimen.
Su presunta participación en el crimen
Los antecedentes indican que Granko presuntamente comandó -de manera personal- el secuestro del disidente venezolano en Chile, que ocurrió en un departamento ubicado en Independencia.
Las indagatorias señalan que Granko habría sido el hombre armado que sometió al exteniente venezolano, lo subió a un vehículo y facilitó su posterior asesinato.
El crimen de Ojeda se considera una represalia, puesto que este último, pese a estar refugiado en Chile, aparentemente viajó de manera clandestine a Venezuela para participar de una operación fallida contra Nicolás Maduro, lo que lo llevó a ser considerado un traidor, según expuso el diario.
En ese sentido, los peritos identificaron que uno de los secuestradores de Ojeda tenía movimientos precisos y experiencia militar, lo que sustenta la hipótesis de la participación de Branko.
Además, los sujetos que participaron en el crimen actuaron con un gran nivel de planificación, ya que utilizaron uniformes similares a los de la PDI y evitaron dejar evidencias, lo que es poco común entre bandas como el Tren de Aragua.
Las investigaciones también establecieron que, tras el crimen de Ojeda, Granko aparentemente viajó hasta Perú, donde testigos señalan que se llevó a cabo el pago por la ejecución del disidente en Chile.
Entre las evidencias también se analiza una huella hallada en el ascensor del edificio donde ocurrió el secuestro, aunque los peritos tienen pocas expectativas de obtener información desde Caracas para confirmar si pertenece a Granko.
Según la información entregada por EE.UU. -tras la solicitud de Fiscalía-, el coronel Granko sigue activo en redes sociales como Instagram, Facebook y LinkedIn, lo que sugiere que no ha enfrentado consecuencias por el asesinato de Ojeda.