La Embajada de Alemania en Chile negó este lunes la entrada a un grupo de habitantes de la ex Colonia Dignidad que pretendía transmitir al presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, vía carta, "su preocupación" por el proceso de expropiación que está realizando el Gobierno en el área.
"A pesar de ser todos ciudadanos alemanes, se les negó el ingreso y la recepción del documento, asegurándoles que existe la orden de no recibir nada proveniente de Villa Baviera (nombre con el que se rebautizó la excolonia), ni personas ni correspondencia", señalaron en un comunicado los vecinos afectados.
En la misiva, firmada por 69 miembros del asentamiento –que son ciudadanos tanto germanos como chilenos– expresaron que se sienten "completamente marginados, tanto por el Estado de Chile como por Alemania, de las decisiones que les afectan "directamente" y pidieron ser incluidos en el proceso.
La expropiación de Villa Baviera
El Gobierno del Presidente Gabriel Boric planea expropiar 116,8 hectáreas del área declarada Monumento Histórico en el 2016 para levantar un nuevo sitio de memoria en el lugar.
Entre las áreas que se confiscarán se encuentra la casa de Paul Schäfer, exmilitar nazi que lideró la conocida secta y sometió a trabajos forzados, castigos y, en muchos casos, abuso sexual a más de 300 adultos y niños.
Schäfer, condenado en 2006 por abusos sexuales y fallecido en 2010, fue encerrado en una prisión chilena después de ser detenido en Argentina, hasta donde había escapado años antes.
"Tal como está planteado el proyecto, significaría que las más de 120 personas que habitan actualmente en el lugar queden sin hogar ni sustento económico. Esto, sumado a los más de 200 trabajadores chilenos que trabajan en Villa Baviera", subrayaron en la carta.
Al ser también ciudadanos alemanes, criticaron que la embajada en Chile no se haya hecho parte del debate, por eso –explicaron– acuden ahora al presidente Steinmeier "con desesperación" para que el Estado alemán asuma su rol y resguarde los derechos de la comunidad, que "no puede serle indiferente".
Su petición, cierra la carta, "es un grito de auxilio hacia un Estado que, creemos, aún puede hacer algo por nosotros, porque también es nuestro Estado".
Tras más de media hora bajo la lluvia en las afueras de la sede diplomática, según el comunicado, un funcionario de la embajada conversó con el grupo de habitantes de la excolonia y recibió "informalmente" su carta "de mano a mano, en la calle".
Centro turístico
La decisión de expropiar los terrenos, anunciada hace un año en la cuenta pública de Boric, puso en alerta a los habitantes del lugar, que hoy funciona como centro turístico a través de un consorcio de varias empresas también agrícolas y forestales.
La excolonia, fundada en 1961 y desmantelada con el retorno a la democracia, en 1991, por orden del presidente Patricio Aylwin (1990-1994), fue escenario de múltiples violaciones a los derechos humanos: de las sufridas por los colonos alemanes y chilenos que vivieron el régimen de violencia sexual y trabajo esclavo de Schäfer, hasta los campesinos despojados de sus tierras o los desaparecidos y torturados por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Se calcula que un centenar de opositores fueron asesinados en el antiguo enclave.