Una investigación realizada por la revista científica PeerJ Life & Environment advierte que el delfín austral, pequeña especie de cetáceo que habita en el extremo sur de Chile y Argentina, podría verse amenazado por el creciente uso de puertos industriales y comerciales en la región patagónica.
Un equipo de científicos decidió utilizar la combinación del monitoreo visual y datos de diversos equipos acústicos (hidrófonos) instalados en el estrecho de Magallanes con el objetivo "de contribuir a completar aquel vacío de información".
Uno de los hidrófonos se instaló en las cercanías de Punta Arenas, una zona con intenso tráfico marítimo. En ese lugar se registraron menos detecciones durante el día, lo que indicaría que los delfines evitan los barcos en movimiento y prefieren no estar en ese sector, según detallaron los investigadores.
"En la noche, cuando las embarcaciones se encuentran en el muelle, la actividad acústica aumenta y aparecen más registros. En cambio, en nuestros puntos de control ubicados en el canal Beagle, donde el tránsito de barcos es mucho menor, no hay diferencias entre día y noche. Allí los delfines se mueven libremente a cualquier hora", explicó el doctor Diego Filún, del Instituto Alfred Wegener de Alemania.
"La importancia de realizar investigaciones"
Los científicos enfatizaron que el estudio "destaca la importancia de realizar investigaciones preliminares a mediano plazo que combinen monitoreo visual y grabaciones acústicas de alta frecuencia".
Aunque la logística es compleja en zonas remotas como el estrecho de Magallanes, el estudio sugiere que la comunidad científica internacional "haga un esfuerzo especial" por estudiar especies poco conocidas en territorios de difícil acceso, pero con condiciones que están cambiando.
"Al ampliar el monitoreo acústico y visual en distintos puntos de la región, hemos podido observar que algunos grupos de delfines solo transitan por ciertas áreas, como las cercanas a Punta Arenas, mientras que en otros sectores —como el Parque Marino Francisco Coloane, Faro San Isidro o Río Seco— tienden a permanecer por períodos más largos", complementó Filún.
"Esta información nos permite identificar zonas clave de uso del hábitat ('hotspots') y, en el futuro, servirá como base para el diseño de estrategias de conservación más efectivas", concluyó el experto.