"Si hay algo que sabemos por la evidencia comparada es que, cuando las dos derechas están dispuestas a coalicionarse, quien termina ganando esa batalla son las ultraderechas".
De esta manera, el politólogo Cristóbal Rovira, académico del Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica, abordó en Cooperativa los resultados de un estudio que realizó sobre la creciente diferenciación entre los votantes de la derecha convencional y los de la ultraderecha.
En entrevista con Lo Que Queda Del Día, Rovira apuntó que cuando las "dos derechas" intentan coalicionarse, generalmente terminan por imponerse las posiciones de la ultraderecha.
En cambio, cuando la derecha convencional marca una clara diferencia y frontera con la ultraderecha, surge un parteaguas en que "serán capaces de movilizar a segmentos del electorado diferentes, uno de los cuales claramente tiene credenciales democráticas y el otro no".
La investigación -detallada en el seminario "Perfilando las bases de apoyo de la derecha chilena", realizado este lunes-, combinó encuestas y grupos de discusión, buscó determinar si la división observada en los liderazgos políticos del sector se refleja también a nivel del electorado, y sus hallazgos sugieren que, efectivamente, existen tipos de votantes "bastante diferentes".
Según explicó Rovira a Cooperativa, el votante de derecha convencional se define como "moderado y pragmático", valorando los acuerdos y la experiencia política en los liderazgos. Critican al Gobierno actual, señalando una falta de experiencia en su gestión.
Por otro lado, los votantes de la ultraderecha, si bien no siempre se autodenominan "de ultra", articulan un discurso que se alinea con ideas mucho más radicales y autoritarias, similar a liderazgos internacionales como Donald Trump o Javier Milei.
Ellos perciben una gran diferencia entre su sector y la derecha convencional, a la que ven como "cobarde", "que perdió sus valores" y "ya no tiene identidad propia", llegando incluso a catalogarla como "de centro" o dispuesta a pactar con la izquierda.
Su apoyo se dirige a una derecha que consideran "muy firme" y "muy coherente", dando gran importancia a temas religiosos y de seguridad, puntualizó el politólogo en Lo Que Queda del Día.
El perfil de los votantes de derecha
La existencia de estos dos tipos de votantes plantea un desafío significativo para la derecha convencional, particularmente en su intento de recuperar a aquellos que se han movido hacia la ultraderecha.
Según el profesor Rovira, los votantes de ultraderecha son históricamente votantes de la derecha convencional que se sienten "desencantados" porque, a su juicio, esa derecha "perdió los valores".
Recuperar a estos votantes se presenta como "prácticamente imposible", a menos que la derecha convencional esté dispuesta a "transar los valores que está defendiendo hoy en día": es decir, su vocación dialogante y su disposición a establecer acuerdos.
Los votantes de ultraderecha no quieren una derecha "dialogante", sino una firme y "coherente" con ciertos principios: "Le dan mucha importancia a los temas religiosos y de seguridad", son partidarios de la "mano dura" y proclives a formas autoritarias.