Uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con problemas visuales
Las anomalías más comunes en menores de 18 años son miopía, hipermetropía y astigmatismo.
Expertos recomiendan realizar exámenes anuales desde temprana edad.
Las anomalías más comunes en menores de 18 años son miopía, hipermetropía y astigmatismo.
Expertos recomiendan realizar exámenes anuales desde temprana edad.
Un tercio de los fracasos escolares está relacionados a los problemas visuales, según la principal conclusión de el Colegio Nacional de Opticos-Optometristas (Cnoo) en España, entidad que comenzó una campaña de prevención en Cantabria.
El objetivo principal es transmitir a la sociedad la necesidad de revisar periódicamente el estado visual de los niños para así evitar las dificultades en el colegio.
"Si el sistema visual de un escolar o estudiante no funciona correctamente, su rendimiento académico necesariamente no puede ser bueno", indicó Rafael Labat, delegado de Cnoo.
Las anomalías visuales más comunes en los menores de 18 años, como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la ambliopía (ojo vago), las disfunciones binoculares y los problemas de acomodación (enfoque), redundan en un bajo rendimiento académico si no son convenientemente tratadas y corregidas.
Por ello los responsables del Cnoo recomiendan que los niños y jóvenes se sometan a exámenes visuales al menos con una periodicidad anual y desde muy temprana edad.
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Si el menor no ve bien no podrá seguir las explicaciones de la pizarra, ni podrá leer y estudiar con comodidad. |
Los ópticos-optometristas advierten que algunos problemas de la visión como la miopía, la hipermetropía, el estrabismo, afectan a uno de cada cuatro estudiantes en España.
Así, un menor que no ve bien no podrá seguir las explicaciones de la pizarra, ni podrá leer y estudiar con comodidad, su comportamiento será distraído y le costará aprender las lecciones.
El Colegio Nacional de Opticos-Optometristas se muestra también preocupado por el aumento del número de miopes debido al esfuerzo que se dedica a las tareas de cerca, que cada vez son más (escritura, lectura, ordenador, televisión).
Pero, ¿cómo detectar un indicio de problema visual en el niño o adolescente? Por suerte las disfunciones visuales dejan a menudo pistas y son los padres y profesores los que deben estar atentos ante los primeros síntomas identificativos, explicó la gremial.
Los indicios típicos de los trastornos visuales son un bajo rendimiento académico; escozor de los ojos; lagrimeo excesivo; frotarse los ojos o parpadear constantemente; cerrar o cubrirse un ojo; excesiva sensibilidad a la luz; fruncir el ceño cuando se lee o se escribe; mala postura del cuerpo o la cabeza; dolor de cabeza sobre o a los lados de los ojos, o salirse de los espacios al colorear un dibujo.
Otros síntomas son un déficit de atención y concentración, y de la comprensión lectora; lectura lenta y, en muchos casos, guiada por el dedo; distancia de actividad de cerca muy corta, e hiperactividad en lugares cerrados
Según destacó el colegio, si se observa en el menor alguno de estos síntomas es necesario que se realice una visita inmediata al oftalmólogo, ya que el mejor pronóstico es la detección y corrección temprana.