Juan Francisco Ugarte, académico de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago (Usach), explicó los motivos detrás del fenómeno conocido como "Posting Zero", en que cada vez más usuarios prefieren no publicar contenido en sus redes sociales.
Hace una década, los muros de Facebook y perfiles de Instagram estaban repletos de publicaciones con fotos de viajes, actividades deportivas o comida, pero, actualmente, casi un tercio de los usuarios de redes sociales publican menos contenido que hace un año, consignó Diario Usach.
El "Posting Zero" se ha expandido notoriamente entre los jóvenes, quienes han optado por publicar menos contenido en sus redes sociales, pero sin abandonar las plataformas, evidenciando una preferencia por espacios privados o interacciones de manera selectiva.
"(El fenómeno) es un reflejo de la evolución por parte de los usuarios en el uso de las redes sociales. Lo que antes era una especie de diario digital abierto para compartir nuestra vida, ahora se ha vuelto un espacio mucho más íntimo y restringido en cuanto a cómo nos mostramos, ya sea por fatiga de sobreexposición o aumento de la ansiedad social debido a una especie de presión por publicar contenido constantemente", explicó el profesor Ugarte.
El también magíster en Ciencias de la Comunicación de la Usach señaló que actualmente existe "una percepción de saturación, ya que las personas sienten que no hay nada nuevo o interesante que postear versus el contenido de celebridades, influencers e incluso marcas".
"(Los usuarios) prefieren entornos más privados y efímeros como los chats o las historias en Instagram, por ejemplo, y cada cierto tiempo borrar u ocultar todas sus publicaciones y empezar de cero", puntualizó el experto.
Ugarte enfatizó que la disminución de los posteos de la vida cotidiana no es una tendencia exclusiva de los jóvenes: "Las personas sobre los 40 años ahora ven las redes como un lugar más hostil, lleno de críticas, discusiones políticas o con saturación publicitaria. Eligen no exponerse para mantener mayor paz mental, pero a la vez no se quieren quedar fuera, volviéndose más espectadores que creadores de contenido", indicó.
Fatiga visual
El académico de la Usach aseveró que el aumento de influencers en las redes sociales, donde las marcas buscan llegar a audiencias específicas, ha provocado la existencia de una especie de "fatiga visual" entre los usuarios, lo que termina afectando la decisión de publicar contenido propio.
"El contenido producido por influencers está diseñado para ser profesional, atractivo y cada vez de mejor calidad. Esto establece un estándar muy alto que el usuario promedio siente que no puede igualar", profundizó.
Finalmente, el profesor aseguró que la gente que utiliza actualmente redes sociales "se volvió más selectiva: ya no publican porque sí. Ahora, la gente se lo piensa dos veces antes de compartir algo y sienten que el costo de la publicación (el qué dirán o pérdida de privacidad) ha superado el beneficio percibido (validación, conexión)".
"Es una forma de desintoxicación digital, donde los usuarios buscan recuperar el control sobre qué quieren mostrar, sin la presión constante de documentarlo todo", concluyó.