En China, está ganando terreno una tendencia conocida como el "consumo emocional", una forma de gasto que prioriza el bienestar mental y la conexión personal por sobre la utilidad práctica. Desde perfumes y plantas ornamentales hasta figuras coleccionables como los populares Labubu, los productos que prometen aliviar el estrés o brindar compañía conquistan a una generación joven ansiosa por encontrar calma en medio del ritmo urbano.
Clases de meditación y yoga se han vuelto comunes en las principales ciudades del país. "El consumo emocional está aumentando en China, impulsado por la necesidad de aliviar el estrés y la creciente conciencia sobre el bienestar emocional", señaló Ye Weiwei, fundadora y directora ejecutiva de Yoga BYMB.
De acuerdo con el Informe sobre Tendencias de Consumo Juvenil de China 2024, casi uno de cada tres jóvenes chinos está dispuesto a pagar por productos o servicios que ofrezcan beneficios emocionales o bienestar mental.