Un siglo de música revive en Xiamen con el órgano de Gulangyu
Se trata de un viaje sonoro al pasado que permite revivir la atmósfera de la era del cine mudo, con tecnología del presente.

Se trata de un viaje sonoro al pasado que permite revivir la atmósfera de la era del cine mudo, con tecnología del presente.
El histórico órgano de tubos de teatro Wurlitzer del Museo del Órgano de Gulangyu ha vuelto a la vida tras completar una compleja restauración que se prolongó por dos años y medio.
El instrumento, con más de 100 años de historia, fue abierto al público justo después del feriado del Primero de Mayo, y ya ofrece funciones musicales programadas todos los días.
Construido originalmente para el King's Cross Theatre de Sídney, Australia, este órgano es uno de los dos únicos órganos de cine que existen en China. Fue adquirido en 2012 por el coleccionista Hu Youyi, quien lo donó al museo ubicado en Gulangyu, su ciudad natal.
El órgano no solo recuperó su capacidad sonora original, sino que fue equipado con un sistema de reproducción automática que permite su uso sin necesidad de un organista presente. Gracias a esta innovación, los visitantes pueden escuchar interpretaciones diarias a las 10:00 y 15:00 horas, acompañadas por proyecciones de video sincronizadas, que recrean la experiencia del cine mudo de principios del siglo XX.
El Museo del Órgano de Gulangyu se encuentra en el Edificio Octogonal (Bagua Lou), una estructura construida en 1907 que combina estilos arquitectónicos griegos, romanos, islámicos y chinos. El museo es único en su tipo en China y alberga una colección de más de 70 órganos provenientes de países como Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos y Australia.
Entre las piezas más destacadas está un órgano Norman & Beard de 1909, de 6 metros de altura y 1350 tubos, y el Casavant Opus 700, considerado el órgano antiguo más grande de Asia, con 7.341 tubos y 132 registros. Este último también fue restaurado por un equipo internacional de más de 40 expertos entre 2007 y 2011.
La reapertura del órgano de teatro representa no solo un hito técnico y cultural para Xiamen, sino también un viaje sonoro al pasado que permite revivir la atmósfera de la era del cine mudo, con tecnología del presente.