Alvarez mantuvo la ambigüedad sobre su situación en la U: El futuro es incierto
El DT remarcó que en su opinión lo mejor es salir, pero también evitó hablar de despedidas.
El DT remarcó que en su opinión lo mejor es salir, pero también evitó hablar de despedidas.
Gustavo Alvarez, entrenador de Universidad de Chile, hizo frente a las múltiples preguntas sobre sus anteriores palabras apuntando a que debía ser reemplazado del cargo, y nuevamente evitó dar muestras sobre lo que ocurrirá con su continuidad, que está en completo misterio.
"Lo dije muy claro. Tengo contrato hasta 2026, pero permanentemente tengo que decir lo que es mejor para el club; eso dije, que quede claro", señaló sobre las palabras que dio en su anterior encuentro con los medios.
El DT señaló que la conferencia en Santa Laura "es para responder sobre el partido y no tratar ese tema, y cuando vayamos a Iquique va a ser lo mismo".
Alvarez explicó por qué alzó la voz justo antes de un duelo tan importante ante Coquimbo: "Como era la última conferencia en el CDA, decidí hacerlo en el marco institucional oficial, porque me pareció que era un tema importante para comunicarle al hincha de Universidad de Chile. No me siento con la lucidez ahora para hacerlo, y no creo estarlo después de un partido. Es así de simple, nada más".
El estratega remarcó "tengo la obligación de decirle a la dirigencia lo que es mejor para el proyecto deportivo del club", pero también dejó en el misterio su continuidad: "No voy a decir públicamente nada que no haya hablado con ellos (dirigencia), así que el futuro es incierto".
Sobre la respuesta que recibió de Michael Clark, presidente de Azul Azul, sobre el momento de hablar y su crítica a la inversión en el equipo, Alvarez dijo no haber escuchado aún aquellas palabras, pero que "no quiero entrar en ningún tipo de polémica. No fue mi intención; ni es, ni será".
Si bien reiteró varias veces que este partido no fue una despedida ante los hinchas, el técnico señaló que "respecto a la gente de la U; eternamente agradecido, siempre. Por ahí me cuesta encontrar las palabras, porque los sentimientos son difíciles de explicar. Me parece que es mutuo de ambas partes".
"Es muy difícil expresarme con el hincha, me salen las palabras 'gracias', 'cariño', 'amor'. Me devolvieron muchísimo más de lo que yo les dí", sumó.
En cuanto al fútbol, repasó: "El análisis que hago del partido es que el equipo empieza muy bien, es dominador del trámite y tenemos situaciones claras mano a mano. El control del partido continuó, pero nosotros sabíamos que Coquimbo nos podía inquietar de pelota parada, un error nuestro en la salida o de contraataque".
"Insinuamos, tuvimos un par de situaciones no claras. El equipo jugó como había que jugar, con los dientes apretados y metiendo, interpretando muy bien el partido", complementó.