El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, reiteró este domingo la disposición a que se debata el desarme del grupo chií Hizbulá en un "diálogo sosegado", en medio de la tensión en el país ante la negativa del abandono de armas de la formación armada.
"Estamos abiertos a debatir el asunto del destino de las armas en un diálogo sosegado bajo un marco constitucional", indicó el legislador en un discurso televisado por el 47 aniversario de la muerte del líder chií Musa al Sadr.
Berri es el líder del partido chií Amal, principal aliado de Hizbulá en el Líbano, y también fue el máximo negociador del alto el fuego con Israel del lado libanés.
Sin embargo, advirtió que ese debate no se hará "nunca bajo amenazas ni hipocresía", ni tampoco al margen de la Carta Magna del país de los cedros.
Ocupación ilegal de Israel en cinco colinas del Líbano
"Desgraciadamente, después de que el gobierno libanés aprobara la llamada carta de EE.UU., los israelíes han ocupado más territorio. No todos los pueblos que han ocupado son chiíes. Los israelíes atacaron a las mezquitas y las iglesias igualmente", aseguró Berri.
Las fuerzas israelíes continúan ocupando cinco colinas del sur del Líbano, en violación de ese alto el fuego acordado el pasado noviembre.
Berri alertó también que "las mentes de diablo son más graves sobre el Líbano que las armas de la resistencia", en velada referencia al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
A principios de esta semana, el líder de Hizbulá, Naim Qassem, aseguró que su movimiento no abandonará las armas en medio de los ataques israelíes y llamó al Gobierno del Líbano a abrir un diálogo para buscar fórmulas que restauren la "soberanía nacional".
Este mes, el Consejo de Ministros libanés encargó al Ejército del país la preparación de una hoja de ruta para el desarme del movimiento chií, a implementarse antes de final de año, y dos días más tarde aprobó los objetivos de una propuesta de plan estadounidense centrada en ese mismo fin.
Hizbulá rechazó las medidas aprobadas en las últimas semanas por el Consejo de Ministros e indicó que hará oídos sordos antes las mismas, porque considera que favorecen al Estado judío en un momento en el que este sigue atacando el territorio libanés prácticamente a diario.