Alcaldes de zonas rurales y semirurales del país están en alerta debido a la aparición y al aumento de delitos violentos como portonazos, robos con intimidación y hasta homicidios, que antes no se presenciaban en dichas áreas.
Según una encuesta de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), más del 80% de los agricultores han sido víctimas de estos ilícitos, pese a que el más frecuente sigue siendo el abigeato (robo de ganado).
Los jefes comunales atribuyen el fenómeno al denominado "efecto globo", que alude a que una concentración de policías en las ciudades provoca una migración del delito a zonas más desprotegidas, como el campo.
Por ejemplo, el alcalde de Pirque, Jaime Escudero, indicó que ha aumentado "en un 60% la dotación de personal de seguridad. Tengo ocho nuevas camionetas y he incrementado en un 30% el número de cámaras, porque antes no era la principal preocupación".
Su par de Colina, Isabel Valenzuela, sostuvo que "más del 65% de los delitos son hechos por menores de edad, y eso debe ser un trabajo hecho de la mano: necesitamos mayores carabineros y mayor coordinación con seguridad municipal".
SNA: "Esta violencia superó cualquier límite"
El presidente de la SNA, Antonio Walker, se reunió el viernes con el subsecretario del Interior, Luis Cordero, para discutir sobre el incremento en los robos y delitos violentos en la ruralidad.
"(La solución) es abordar el tema de la delincuencia rural como Estado. No queremos hacer un hecho político de esto, sino que requerimos buenas leyes, involucrar al Ejecutivo, a los tribunales, a los fiscales, a autoridades regonales y a los alcaldes, que tienen un rol fundamental. Esta violencia superó cualquier límite", dijo el líder gremial en Cooperativa ese mismo día.