En los últimos meses, Chile ha enfrentado fenómenos climáticos extremos que subrayan la urgente necesidad de abordar el cambio climático de manera decidida. Desde temporales intensos e inundaciones en el sur hasta la aparición inusual de tornados y trombas, el impacto del cambio climático se manifiesta con creciente frecuencia y severidad.
Ante este escenario, la nanotecnología surge como una importante y versátil herramienta para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarnos a sus inevitables consecuencias. Por ejemplo, los nanomateriales pueden incrementar la eficiencia de los paneles solares y baterías, permitiendo así una mayor captación y almacenamiento de energía renovable. Estas innovaciones tecnológicas son cruciales para disminuir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y reducir nuestra huella de carbono.
Además, la nanotecnología ofrece soluciones innovadoras para la descontaminación del agua y del aire. Los nanofiltros pueden eliminar contaminantes, purificando los recursos naturales, vitales en situaciones de desastres naturales donde el agua potable puede verse comprometida. En la agricultura, la nanotecnología puede ser clave para desarrollar cultivos más resistentes a sequías y plagas, mejorando la seguridad alimentaria. Los fertilizantes y plaguicidas elaborados con nanopartículas vegetales, como los que crean investigadores de nuestro centro, pueden aumentar la eficiencia y reducir el impacto ambiental de las prácticas agrícolas.
Asimismo, los materiales avanzados desarrollados con nanotecnología pueden optimizar la resistencia de las infraestructuras ante fenómenos extremos como los que el país ha enfrentado en los últimos meses. Esto es particularmente relevante en las regiones del centro-sur que han sido las más afectadas. Las lluvias intensas y temporales han provocado inundaciones significativas, mientras que la aparición de eventos meteorológicos como tornados y trombas ha demostrado su capacidad destructiva, dañando infraestructuras y poniendo en riesgo a las comunidades. Esto, sin duda, resalta la necesidad de integrar la ciencia y la tecnología en nuestras estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.
En Cedenna está comprometido con la investigación y desarrollo de aplicaciones nanotecnológicas que no solo contribuyan a la sostenibilidad ambiental, sino que también promuevan un desarrollo económico inclusivo y resiliente. Frente a los desafíos del cambio climático, es esencial continuar invirtiendo en ciencia y tecnología para asegurar un futuro más sostenible y seguro para todos.
El cambio climático es una realidad ineludible, cuyos efectos se sienten con creciente intensidad en todo el mundo y de los que Chile no está exento. La nanotecnología ofrece soluciones prácticas y efectivas para mitigar estos impactos y adaptarnos a los nuevos desafíos. Por ello, es imperativo seguir apoyando la investigación y aplicación de estas tecnologías para proteger nuestro medio ambiente y garantizar el bienestar de las presentes y futuras generaciones.
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