Filósofo tirado a músico. Aunque no le ha ido tan mal en este último terreno, su obra más importante está en sus 20 libros publicados, en los que trata diversos temas de filosofía contemporánea, metafísica, filosofía política y otros, incluidas sus reflexiones sobre su actividad como músico. A pesar de ello es más conocido como fundador y director del Quilapayún (La filosofía en Chile es más discreta).
Ha tenido hasta ahora tres parejas (dos matrimonios) y cuatro hijos. Es profesor titular de la Universidad de Chile en el Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Es solitario, ceñudo, medio agresivo, pero no es mala persona. Le gusta la vida familiar, la buena comida y todos los demás placeres de la vida (es por el momento fiel).
Ya está viejo, pero le hace el empeño. A pesar de todas las turbulencias históricas y personales por las que ha pasado -entre las que los 15 años de exilio no es la menor- puede afirmarse que es un hombre que lleva una vida serena y feliz.
Trata de ser imparcial y distanciado, como corresponde a su profesión, y puede ser definido como vagamente de izquierda. Es partidario de la democracia, aunque no le gustan los rotos, defensor de los derechos humanos, aunque no se hace ilusiones, un poco ecologista, aunque tampoco se la cree mucho, y de la libertad en el sentido que se quiera, y esto sí que sin restricciones. Le gusta escribir, y como deporte, leer a Heidegger.