Académico de la Universidad Central y asesor de Alvaro Elizalde durante su período como senador. Vivió en Madrid y volvió con un máster en Estudios Políticos Aplicados, lo que sumó al magister en Ciencia Política y a su formación de profesor de Filosofía. No cree en Dios pero si en el respeto para el que sí cree. Prefiere la democracia, el buen vino y las canciones de Sabina y Serrat.
Considera que el desafío principal de Chile en el siglo XXI es la lucha en contra de la desigualdad. Su lema: menos es más.