Algarrobino, ingeniero comercial de la Universidad de Chile, MBA de Columbia University, New York; estudios doctorales incompletos en Wharton, Universidad de Pennsylvania; mediano empresario de los sectores inmobiliario, transporte de carga, gastronómico y consultoría en políticas públicas.
Su principal ocupación en los últimos 25 años ha sido el mejoramiento de las políticas públicas de modernización productiva, innovación y pequeñas empresas ya sea desde organismos internacionales y nacionales, con o sin fin de lucro, públicos y privados. Actualmente le preocupa que todos hablen de las MiPyMEs pero que nadie haya diseñado una política de Estado para que participen en el PIB y en las exportaciones tanto como sus congéneres de los países desarrollados. En Chile las MiPyME aportan tanto empleo como en esos países, pero su contribución al PYB y a las exportaciones en menos de la cuarta parte que en países de mayor desarrollo. Otra área de su interés es el desarrollo sostenible.
Casado, hace más de 30 años, con tres hijos profesionales, uno de ellos empresario gastronómico, una hija arquitecta especializada en arquitectura urbana y otro hijo ingeniero comercial y músico; su esposa está retirada de una exitosa carrera como ejecutiva internacional de empresas. Le gusta tocar guitarra, cantar y leer -tanto novelas como información sobre política y políticos-, aunque recientemente desencantado de la mayoría de estos últimos.
Le entretiene conversar sobre religión, política, viajes y caminar por parajes rurales. Intenta ser consecuente con su religión católica y con su vocación política, la democracia, pero no es tan fácil.