¿Quo vadis Boric?

Patricio Young

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Que mal inicio de 2023 ha tenido el Gobierno, gracias a sus propios autogoles.

Cuando se estaba posicionando cada día mejor por el gran trabajo de la nueva ministra Toha, que sin duda le cambio la cara al Ejecutivo y quién estaba a punto de concluir un gran acuerdo en la dirección clara de lo que más demanda la población, la seguridad, el Presidente Boric decide indultar el último año del 2022 a 12 personas involucradas en el estallido social y a un exfrentista ahora doblemente beneficiado.

Decisión cuestionable en la oportunidad y en la forma. Más que de oportunidad habría que hablar de inoportunidad. Sin ir al fondo, ya fue un exabrupto decidir tomar esta medida justo cuando estaba listo el acuerdo por la seguridad del país, que la ministra de Interior y su equipo había construido con tanta dedicación y esfuerzo. Sin duda para ella fue un portazo en la cara y debilitó todo el trabajo que venía haciendo desde que asumió al cargo.

Hoy solo quedan los restos diseminados por todas partes de este trabajo y un gobierno a la defensiva dando explicaciones. Algunos incluso creímos que podría renunciar al ministerio, pero salió ella en los medios señalando que "no había más indultos en carpeta". Lo que parece ser un compromiso del Presidente para retenerla en el cargo.

La mirada de fondo tiene aún mayores aristas que la anterior. Primero el Gobierno lo justifica como una medida que permita sanar heridas y lograr una mayor paz social. No cabe duda de que el sanar las heridas pasa primero por atender a los heridos de la crisis, que son muchos, y no a los victimarios. Si el Gobierno hiciera una consulta al respecto, perdería por paliza.

Segundo, la grave afirmación del Presidente que tenía fundada convicción que Mateluna era inocente de los delitos por los que se le condenó. Nueva barbaridad, porque se ganó sin esfuerzo, pero con total justicia, una reprimenda de la Corte Suprema. Realmente desacertado. Para el ciudadano Boric, mientras sea Presidente, todas sus opiniones salen de su investidura y por lo tanto sus reflexiones debe guardárselas cuando aborda ámbitos que compete a otro poder del Estado.

Tercero. Una desprolijidad increíble. El listado no se informa de manera completa, que es lo menos. Confunde la ley 19.050 por la 18.050 que le da poder para indultar y después revierte el error cuando se refiere a las normas particulares para conceder indulto citando el artículo 34 n°14 de la ley 19.050, cuando era de la ley 18.050.

Cuarto, su decisión no solo desdibuja su gestión, sino que le da elementos al Poder Legislativo para afinar rencillas y preparar acusaciones constitucionales. Con ello se le complica aún más el escenario.

Ahora la derecha no está en condiciones de hacer un escarnio en la plaza pública con esta situación, ya que tiene tejado de vidrio. Piñera indultó a 5 personas condenadas por delitos de lesa humanidad y a 18 condenadas por tráfico de estupefaciente, robo con violencia, hurto, porte ilegal de municiones, entre otros.

El tema es delicado, ya que si no se resuelve esta situación de inseguridad, se está poniendo en peligro la democracia. Así lo señala el estudio CEP entregado estos días. En efecto, a un 25% de la población le da lo mismo un régimen democrático o autoritario, en agosto era el 17% y 19% prefiere el autoritario en algunas circunstancias. Eso significa que el 44% de la población hoy está abierto a un gobierno autoritario. Si a ello agregamos que 85% considera que la actual democracia funciona entre regular, mal y muy mal, al mantenerse la crisis de seguridad, el resultado está a la vista.

Para no quedar solo en la denuncia, le propongo al Gobierno lo siguiente: envíe a la mayor brevedad una reforma que suprima la facultad de indulto del Presidente, ya que fuera de ser algo anacrónica, se ha prestado para todo. Creo que una medida de esta naturaleza mostraría un cambio de conducta que tranquilizaría a todo el país y le volvería la iniciativa al Gobierno.

Espero florezca la sensatez.