La ignorancia sobre sexualidad en Chile y los daños consecuentes

Carlos Valenzuela

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Quise dejar las cosas como están, pero quien no corrige los errores carga con la responsabilidad de que se cometan y de sus consecuencias. Chile es una cultura muy ignorante y confundida en sexualidad. Si usted pregunta ¿qué es sexualidad?, dudo que alguien que no trabaja en el tema pueda contestar una respuesta ajustada a evolución. Sexualidad es la condición por la cual las especies producen recombinantes genómicos de la pareja que realiza ese proceso sexual. En el ser humano, la sexualidad se completa cuando la pareja produce un descendiente recombinante de los genomas de ambos progenitores. Esto sucede porque el ser humano es mamífero y en estas especies la reproducción está unida a la sexualidad, pero en virus, bacterias, unicelulares como el paramecio, y muchos pluricelulares, los procesos de reproducción y sexualidad están separados.

Reproducción es la emergencia de descendientes de ancestros. El ser humano tiene reproducción no sexual en la gemelaridad (monocigotos). Los individuos en las especies sexuadas no tienen sexualidad, que es propia de la especie, cuyo representante unitario es la pareja conyugal. Decir persona heterosexual, homosexual, bisexual es impropio por mucho que se tenga un concepto denotado así en el lenguaje coloquial; en cambio decir pareja homosexual, bisexual o heterosexual tiene sentido completo. Ha sido un avance sustantivo denotar al homosexual masculino como gay y al femenino como lesbiana. Decir que el proceso fundamental de la sexualidad es la formación de individuos recombinantes genómicos, y que la eroticidad, afectividad, emotividad, conyugalidad son simplemente caracteres que posibilitan la emergencia de recombinantes genómicos que, si esta no se produce, la sexualidad es trunca, incompleta e inútil evolutivamente. Esta novedad está clara desde hace no más de 60 años. Luego no ha entrado en el debate sobre sexualidad humana. Usted mismo estará sorprendido o asombrado con este concepto.

Veo un progreso afortunado al mirar el proceso judicial del padre de un senador acusado de abuso sexual y no de pedofilia. Los chilenos no saben lo que es pedofilia. Pedofilia es una palabra mal construida. Los griegos tenían muchas palabras para denotar amor y cada una de ellas era muy precisa. Filia era amor de amistad y paidos o pede denotaban niño. Todos los padres, pediatras y educadores son pedófilos porque tienen amor amistoso con los niños o sus hijos. El amor conyugal, erótico, libidinoso es eros, el amante es erastes y el amado es erómeno, luego el amor erótico por los niños es erastia, el nombre propio para quien ama conyugalmente a un niño es pederasta. El amor familiar es storge, el amor espiritual, generoso, caridad es ágape. Hay amor de compañero, de camarada, etc. Se tiene la errónea idea que el pederasta es abusador.

En Chile se acusó de pederasta (pedófilo) a los curas Karadima, Precht, Cox y Tato. Nada más erróneo. Ellos son homosexuales abusadores los tres primeros y Tato es heterosexual abusador. Hay un rechazo a precisar al abusador cuando es homosexual o heterosexual (¿por qué?). Supongo que es ignorancia. El pederasta tiene categorías según el grado de desarrollo sexual (GDS) o edad del erómeno. El GDS se cataloga según el desarrollo de vello pubiano, vello axilar y desarrollo genital en el varón y vello pubiano y axilar más desarrollo mamario en la mujer. El pederasta, propiamente, ama eróticamente a niños GDS-1 o pre-púberes (sin desarrollo de vello pubiano y genitales infantiles) o menores de 11 años (en la mujer un año menos pues se desarrolla antes que el varón); el heberasta a niños GDS-2-3 u 11-14 años; el efeboerasta a niños o adolescentes GDS-4 o 15-16 años; el leierasta a adolescentes y adultos sobre GDS-4 o sobre 16 años. En la actualidad no se considera pederasta (en sentido amplio) al efeboerasta (fuera de patología o parafilia) y se discute esta catalogación para el eberasta.

Hubo un hombre importante en los medios de comunicación, Ítalo Passalacqua, quien fue expulsado de ellos por confesar que mantenía un romance con un adolescente de 15 años, con consentimiento de él y de sus padres. Fue errónea y cruelmente calificado de pederasta (pedófilo) y expulsado de todos los medios de comunicación, aunque Ítalo clarificó que pedofilia implicaba amor con menores de 12 años. Él era un homosexual típico (efeboerasta) con un romance idílico, pero la ignorancia chilena lo estigmatizo como pedófilo. En algunos medios no oficiales alegué a favor de él y denunciando el error, no hubo caso. Sigo exigiendo reparación a su memoria a Chile y especialmente a los medios de comunicación. Con lo que me he ganado la calificación de homofílico, anti-homofóbico o defensor del conocimiento de la sexualidad humana. ¿Hasta dónde su expulsión de los medios de comunicación (acción claramente homofóbica) lo deprimió y eso llevo a acelerar su muerte?

La comparación en el abuso sexual entre homosexuales y pederastas fue considerada como homofóbica porque se suponía (y en Chile se supone) que los pederastas eran más abusadores que los homosexuales. Las investigaciones demostraron que esta supuesta diferencia era errónea; todos los estudios indican que el abuso es independiente de la preferencia sexual, aunque la pederastia no es una preferencia sexual ya que entre ellos hay homo y heterosexuales y se está demostrando que la pederastia es más bien un retardo del desarrollo sexual.

La clasificación de la Asociación Americana de Psicología denomina a la pedofilia (no han cambiado de nombre) como el carácter en que un individuo sobre 16 años es atraído sexualmente por un individuo 5 años menor que él en la etapa de desarrollo puberal. Esta clasificación oscurece la definición del carácter que es simplemente la atracción por individuos menores de 15 años o GDS 4. Si aplicamos esta definición todos hemos sido pederastas ya que cuando teníamos menos de 15 años nos enamorábamos de individuos de 15 años o menos. Algunos lo hacían de personas adultas. En mis investigaciones he encontrado que la edad de empezar a enamorarse es 5 años, de individuos de edades similares.

Estas configuraciones de enamoramiento van creciendo con la edad y las de menor edad quedan escondidas por las de mayor edad, pero pueden reaparecer con tumores o en la senectud por un deterioro moral o neurológico general (los llamados viejos y viejas verdes) ¿Será lo que pasa con el padre del senador? El diagnóstico podría cambiar el juicio.