Parkinsonismo o Síndrome Parkinsoniano
El Parkinsonismo, o Síndrome Parkinsoniano, es el conjunto de síntomas y hallazgos en el examen físico de una persona que presenta alguna enfermedad extrapiramidal (un subsistema del sistema nervioso central).
En este síndrome la característica principal, y definitoria, es la existencia de pocos movimientos en la persona: movimientos pequeños, y de inicio dificultoso, con gran lentitud en todo el rango de desplazamiento. Esto es lo que se denomina "bradicinesia".
A la bradicinesia se agrega al menos una de las siguientes características:
- Rigidez física de extremidades o tronco
- Temblor de reposo amplio y lento
- Tendencia a las caídas injustificadas.
Este cuadro de Parkinsonismo es de diagnóstico clínico, o sea se llega a él al interrogar al/la paciente y sus grupo familiar, y examinando al/la paciente. No requiere exámenes de sangre o imágenes cerebrales para dar con él.
Las causas del Parkinsonismo pueden ser la Enfermedad de Parkinson o afecciones extra cerebrales, o no degenerativas ("Parkinsonismos secundarios"); o enfermedades degenerativas cerebrales distintas a la Enfermedad de Parkinson ("Parkinson Plus").
Para poder dilucidar cuál de ellas es, es posible realizar exámenes de sangre e imágenes de cerebro, como escáner, resonancia o ecografía transcraneal. En efecto, esta batería de exámenes permite orientar cuál es la causa del Síndrome Parkinsoniano, definiendo así el diagnóstico certero de qué enfermedad es, y por ende teniendo un pronóstico y un esquema de tratamiento más definido.
En ese sentido, es totalmente válido iniciar un tratamiento de prueba con Levodopa, el mejor fármaco para tratar la Enfermedad de Parkinson, y será precisamente la respuesta a ese tratamiento lo que también aportará en aclarar el diagnóstico final de enfermedad, junto a los exámenes.
Por tanto, el correcto análisis de cada caso en particular es el que define un correcto diagnóstico y así un correcto manejo terapéutico. Más aún en cuadros como estos, en los que el esquema de fármacos es personalizado y se define por la respuesta individual a ellos.
Este análisis se inicia al realizar una historia detallada de las molestias que tiene el/la paciente y las que refiere su entorno cercano, con un examen físico ordenado y detallado. Sin esto, no es posible plantear alguna batería de exámenes, ni menos un tratamiento certero.
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