La Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) ordenó este martes evitar cocinar las colaciones a estudiantes utilizando las marcas de jurel que han sido denunciadas por contener pescado importado de China, y no el jurel chileno tradicional.
Esta decisión, detalló la entidad alimenticia, se mantendrá hasta que exista claridad de que el producto comprado es realmente jurel y no caballa, sardina u otra especie desconocida.
Esta acción de Junaeb surge a raíz de un preocupante descubrimiento que ha sacudido el mercado de conservas de pescado en Chile.
Un estudio reciente de dos laboratorios determinó que las marcas Coliseo, Barquito, Novamar, Acuenta y Unimarc, ampliamente comercializadas como jurel, en realidad no contienen esta especie. Se trata de productos importados desde China y rotulados en el país.
La jefa de la Unidad Fisicoquímica y Microbiología del Dictuc, Natalia Morales, explicó que la investigación "pudo establecer de manera estadísticamente significativa que el producto chileno tiene una columna vertebral de 0,9 milímetros y una distancia entre cada una de sus vértebras de también 0,9 milímetros, que es prácticamente el doble de lo que encontramos en todos los productos chinos".
"De manera paralela, notamos que es evidente una diferencia en el color de la carne de cada producto. No es estándar el producto chino a diferencia del chileno, que sí los resultados fueron estandarizados para las 100 latas, para todas las marcas que estudiamos y para todos los productos chilenos", explicó la experta, que afirmó que esta evidencia "puede ser utilizada como herramienta para que el consumidor esté informado".
Pescadores del Biobío denuncian un "hecho gravísimo"
Los pescadores industriales del Biobío fueron los primeros en alzar la voz ante estos hallazgos, denunciando el hecho ante la Seremi de Salud Metropolitana, que es la que tiene la jurisdicción ante la importación de estos productos.
"Estamos frente a un hecho gravísimo, ya que cerca de 30 millones de conservas que se venden como jurel en Chile, no lo son. Esto significa casi la mitad de los tarros comercializados en el mercado nacional", advirtió Macarena Cepeda, presidenta de los industriales pesqueros de la región.
Debido a esto, solicitó a la autoridad fiscalizadora "que investigue con urgencia, sancione y retire estos productos falsificados".
"Aquí estamos frente a un caso claro de engaño al consumidor en el que se está dañando la fe pública, porque las personas creen que están comprando el tradicional pescado con todas sus características nutricionales y proteicas, cuando en realidad no es jurel y por lo tanto no es así", puntualizó
Llamado político y una advertencia por la salud pública
Frente a la gravedad del asunto, la diputada Marlene Pérez (Ind-UDI) ofició al Ministerio de Economía y a la Subsecretaría de Pesca.
"Esto es una burla al consumidor chileno y una amenaza directa a la salud pública. No podemos tolerar que se vendan millones de tarros con un etiquetado falso, menos aún si están llegando a comedores escolares a través de programas del Estado como Junaeb", declaró la parlamentaria.
También afirmó que solicitará al ministro de Economía, Nicolás Grau, y al subsecretario de Pesca, Julio Salas, que se pronuncien sobre las medidas que adoptarán para proteger tanto a los consumidores como a la industria nacional.
"Estamos hablando de una competencia desleal brutal hacia las empresas chilenas que cumplen con las normas, generan empleo local y ofrecen un producto de calidad como el jurel nacional", sostuvo.
Pérez exigió que las autoridades no solo fiscalicen a las empresas responsables, sino que impongan sanciones ejemplares y retiren los productos adulterados del mercado.