Bonos mineros ¿a quién pertenecen las rentas del cobre?

Los súper bonos de la minería son materia de escándalo. En un país con una apabullante desigualdad, molesta que algunos trabajadores se atrevan a recibir hasta más de 70 sueldos mínimos de una vez.

La paradoja es que, al mismo tiempo en que se reparten esos bonos, grandes empresas se llevan cifras incalculablemente superiores, pero a nadie parece indignarle. En el sentido común de la gente, se asume con naturalidad que un empresario “gane mucha plata”, pero no es igual en el caso de un trabajador.

Para abordar este debate, el de cómo debiesen repartirse las rentas de la minería, debemos considerar dos grandes dimensiones que tienden a mezclarse entre sí y generar confusión. La política, con sus asuntos de poder y soberanía, y la técnica, con sus aspectos ligados a la productividad y rentabilidades.

En la primera dimensión, es necesario contextualizar el hecho de que los grandes yacimientos de cobre producen rentas sobre normales en el negocio. Vale decir, existen utilidades más allá de los méritos del capital, la capacidad de gestión y la mano de obra.

Imagínese que usted y yo tenemos yacimientos mineros. Ambos estudiamos en el mismo lugar, tenemos acceso al mismo talento y a las mismas tecnologías; y aún más, invertimos el mismo tiempo y dinero en nuestro negocio… pero usted produce 3 veces más que yo. Lo que lo explicaría, es que simplemente hay tierras más productivas que otras, y el acceso y control de esas tierras no es un asunto de mérito, sino de oportunidad y poder.

Luego, la repartición de las rentas no será un asunto del mercado, sino de la política. El actor que se las lleve no será el que desarrolle mejor el negocio, sino quien logre consolidar el control de las mejores tierras, la validación de la sociedad y de las leyes con eso.

En la segunda dimensión, la técnica, nos encontramos con conceptos más reconocibles en el debate público. Quién gane más será el que produzca más con lo mismo o igual con menos. Y en el caso del capital, habrá un mercado internacional que pedirá sus rentabilidades en función del riesgo del negocio. 

Así las cosas, las rentas sobre normales de la minería Chilena son enormes, alcanzando  USD 12.000 MM anuales en promedio [1], lo que equivale a más de 28 millones de sueldos mínimos, o subir 7 veces la inversión en el Pilar Solidario, por lo que no extraña que cada vez que  observamos las negociaciones colectivas en la Gran Minería del Cobre, lo que realmente nos estamos preguntando, aunque sea de manera soterrada e inconscientemente, es cuánto le corresponde a los trabajadores, cuánto al capital y cuánto a los pueblos soberanos de esas tierras y recursos naturales.

[1] https://ciperchile.cl/2017/01/10/us120-mil-millones-en-10-anos-el-regalo-de-chile-a-la-gran-mineria-privada-del-cobre/

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