Emparejar las aguas en la pesca artesanal
Las mujeres de la pesca artesanal y actividades conexas han estado por años al debe en el reconocimiento de su importancia en este rubro, también de sus derechos vinculados al mismo desde la participación en la toma de decisiones y todo lo que tenga que ver con condiciones laborales.
Por esta razón quiero relevar la labor de la Corporación Nacional de Mujeres de la Pesca Artesanal de Chile, lideradas por Sara Garrido, que ha constituido una red que trasciende a nivel nacional, levantando luchas que han dignificado el rol de nuestro género en un espacio absolutamente masculinizado, pero que gracias al incansable trabajo de las dirigentas y a la modificación de cuerpos legales, se abre un espacio de equidad en pleno siglo XXI.
Recuerdo con mucha nostalgia mis años como seremi de Economía de Los Ríos, en el segundo gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet, donde me fue mandatada la misión de trabajar para que las mujeres de la pesca y actividades conexas contaran con implementación y equipamiento, infraestructura, trajes de agua, etc.
En definitiva, medidas concretas que cambiaron la vida de tantas y con quienes aún sigo conectadas, porque sigo pensando que mi labor como la primera mujer diputada de esta joven región es incidir desde el parlamento para cambiarle la vida a muchas, en sus distintos roles, trabajos, tareas y por supuesto en el empoderamiento que despiertan a diario en sus conciencias y corazones.
Muchos nombres aparecen cuando hablamos de pescadoras artesanales, armadoras, recolectoras de orillas, algueras, actividades conexas; encarnadoras, charqueadoras, ahumadoras, fileteadoras, tejedoras, desconchadoras, entre otras. Todas presentes desde el día uno, cuando juré orgullosamente en el Congreso de la Nación de nuestro país.
Aún tenemos grandes desafíos, como el proyecto de ley de mi autoría que establece la igualdad de género para la designación de representantes en los comités de manejo, que está ad-portas de convertirse en ley y que acorta la brecha entre hombres y mujeres que aún existe.
A todas ustedes, mujeres de mar, dedico esta columna y mi compromiso hasta el último día de mi gestión parlamentaria, vamos a emparejar las aguas.
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