Los “papelillos de Panamá” ¿un truco más de propaganda?
En la medida que el Fondo Monetario Internacional hace recomendaciones al presidente Petro Poroshenco de eliminar la corrupción en Ucrania, basados en los documentos “filtrados” por la prensa occidental a los Medios respecto a personalidades con dineros en paraísos fiscales para no pagar impuestos y ocultar riqueza, queda difícil ver su coherencia, especialmente al saber que los tres últimos Directores de esta organización tienen cuentas pendientes con la justicia como los son Rodrigo Rato, Dominique Strauss-Kahn y Cristine Lagarde. Cuando esta última refuerza la decisión del FMI de mantener la lucha contra la corrupción como uno de los ejes principales de su política transparente, los recuerdos de la debacle que ha padecido América Latina y su responsabilidad en ella, se convierte en acusación.
Lo anterior conduce al análisis de los más de 11 millones de documentos extraídos de la firma panameña Mossack Fonseca donde especialmente políticos y empresarios poseen cuentas que no han sido reconocidas legalmente, supuesta revelación autodenominada “Papeles de Panamá”.
¿Cuál es el objetivo al exponer dichos documentos?
Según la prensa orientada, su propósito es denunciar a personas que encubren bajo su poder la corrupción y proponer la moralidad financiera. No obstante, al analizar más a fondo ocurren situaciones difíciles de explicar las que conducen a creer que simplemente es un truco que tendrá en términos mundiales pocas repercusiones de alto impacto en tanto sanciones a ejecutivos de alto nivel, pues su verdadero fin era propaganda anti soberana contra líderes que luchan por un mundo pluripolar, escondido en un supuesto acto independiente y ético.
En primer lugar, el periódico alemán que supuestamente obtuvo los datos a través de una investigación de más de un año y que involucró a más de 400 personas (sin que nadie hablase de ello, lo cual es increíble), es un rotativo de centro derecha. De modo “coincidencial” la organización que expone los datos es otra institución con sede en Washington y que posee financiación de grandes magnates del mundo financiero y plenamente anticomunistas o anti socialistas. Por tanto, sabiendo de quienes lanzan el supuesto desliz se conoce su deseo.
Y así fue pues la emisión mundial de la noticia puso en primer lugar a Vladimir Putin junto a Leo Messi, y en otros planos a Mauricio Macri (mandatario argentino), manifestando que el Presidente ruso estaba contaminado de esa corrupción, igual que el deportista e incluso el fallecido líder internacional Hugo Chávez Frías también formaba parte del entramado.
Extrañamente no se menciona ningún paraíso fiscal en Estados Unidos o Islas Vírgenes Británicas que son los más duros en el “secreto bancario”, ni ningún personaje de esas nacionalidades, excepto el padre de David Cameron lo que es ocultado rápidamente. Posteriormente se habla de la realeza de Arabia Saudí y de otros no reconocidos empresarios.
La conclusión es muy clara de acuerdo a los resultados. Muy pocos magnates caerán excepto algunos políticos, como el primer Ministro de Islandia. Lo fundamental es que las cantidades de billones de dólares invertidas ahora se dirigirán hacia paraísos fiscales “más seguros” que Panamá y, con toda certeza, Estados Unidos y Gran Bretaña lograrán apoderarse de estos capitales en fuga.
Así el negocio ha sido hábilmente consumado atacando a los enemigos del neoliberalismo, haciendo alianzas financieras de alto nivel y definitivamente usando los Medios para su arbitrio. Parece que en la medida que la noticia poco a poco se difumine los papelillos serán el resultado final…aunque el daño a seres humanos estará hecho y los billones se irán a buen recaudo.
Cuando ya se sabe que fue un montaje la supuesta “revelación del siglo” organizada por agencias de inteligencia en combinación con la USAID, tal como lo ratificó Wikileaks, entre cuyos donantes se encuentra la Open Society Foundations (cuyo presidente es el magnate y especulador financiero estadounidense George Soros), y la Fundación Ford, este periodismo interesado parece caracterizar la información denominada occidental pues si de principios se trata el único axioma es defender los proyectos económicos a toda costa sin importar la destrucción amoral que pueda ocasionar.
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