En nuestro país hay un dicho popular, que en su significado profundo nos dice que la culpa no es de quien comete un error, sino de la persona que lo hace caer en dicho error: "La culpa no es del chancho, sino de quién le da el afrecho". Al ver en los medios de comunicación que el edificio del Centro Interdisciplinario de Neurociencia en Valparaíso (CINV) ya no va por motivos de presupuesto, permisología y hallazgos arqueológicos, recordé el mencionado refrán.
Uno podría culpar al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) como el responsable de que ese esperado proyecto no vea la luz, pero el CMN lo que hace es cumplir lo que la ley le exige. En mi experiencia, el problema principal es que queremos aplicar normas de primer mundo a un país en desarrollo y no nos damos cuenta de que nuestra institucionalidad no está preparada para poder cumplir con dichas exigencias.
En Nueva York, mientras se construía el nuevo World Trade Center, encontraron en las excavaciones una barcaza de madera del siglo XVIII, acá en Chile eso hubiera significado la muerte del proyecto, en cambio allá el rescate arqueológico se hizo en dos semanas y luego de eso se retomaron las obras.
Que en nuestro país aprobar un proyecto en el CMN tome meses, no es culpa del CMN, que no tiene presupuesto para contratar más personal para revisarlos y cumplir lo que se le exige por ley. El problema es de la institucionalidad general, que no se da cuenta de que con las exigencias que se imponen en la práctica es ciega a entender de que no hay suficientes arqueólogos en el país para cumplirlas, ni tenemos suficientes museos para disponer los hallazgos encontrados y terminamos con basura arqueológica, cuyo rescate le cuesta a un proyecto millones de pesos y que finalmente nadie quiere recibir, terminando guardados en un container olvidado en algún lugar.
Nadie discute que el patrimonio, la historia e identidad de un país son dignos de rescate y protección, pero la forma en que se realiza esa protección hace muchos años que queda claro que no funciona y que es necesario revisar y mejorar, en lugar de pensar que lo escrito hace un par de años atrás es en si mismo un patrimonio por proteger y que no se puede modificar.
Asignar, por ejemplo, un rol más activo al CMN en que en primera instancia se involucre activamente para identificar en un par de semanas si lo hallado es basura arqueológica o no puede ser un paso importante, en lugar de esperar que le llegue el expediente con los antecedentes para que esté en una fila y tener une respuesta en meses o años para ver si es o no basura arqueológica.
Si el ministro Marcel señala que en nuestro país no hay recursos para subsidios eléctricos, es porque quizás no somos un país del primer mundo y no deberíamos tener exigencias como tal, sino que exigencias que podamos cumplir razonablemente en tiempos y costos abordables en nuestro humilde país.
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