Modalidad de Reingreso: Lo urgente versus lo importante

Paula Montes

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En la reciente cuenta pública del Presidente Boric sólo se abordó uno de los tres ejes del Plan de Reactivación Educativa, con el anuncio del envío de un proyecto de ley sobre convivencia, buen trato y bienestar en las comunidades educativas, a propósito de los lamentables y graves casos de bullying de José Matías y la profesora Katherine Yoma.

Sin duda es una noticia importante para las comunidades escolares que viven el flagelo de la violencia, y para proteger las trayectorias educativas de quiénes sufren discriminación. Sin embargo, quedó sin mención un eje más urgente y que tiene que ver con la nueva cifra de deserción escolar de 2023 dada a conocer por el Ministerio Educación, la que supera en 13,3% la ya alarmante cifra de 2022: Se trata nada menos que de 50.814 estudiantes que dejaron la escuela el año pasado.

Paradojalmente, mientras aumentan las cifras de exclusión escolar, desde Fundación Súmate nos vimos en la obligación de comunicar el cierre de la escuela Nuevo Futuro en Concepción, una de nuestras cuatro escuelas de reingreso. Así, 120 estudiantes quedarán sin la posibilidad de continuar sus estudios en un establecimiento que cuenta con una metodología personalizada, enfocada en la recuperación de aprendizajes truncados durante el tiempo que estuvieron fuera del sistema.

Esta decisión responde a la ausencia de financiamiento estable para la llamada Modalidad de Reingreso Educativo, una modalidad creada el año 2021 por el Consejo Nacional de Educación, que consiste en una oferta pedagógica flexible y de calidad, con un acompañamiento adaptado a quienes han visto vulnerado su derecho a la educación, perpetuando así ciclos de exclusión. Una modalidad necesaria, pero que hasta hoy carece de financiamiento estatal.

Desde el año 2021 venimos impulsando la aprobación de un proyecto de ley que otorgue una subvención especial para la Modalidad de Reingreso, permitiendo así un financiamiento estable a una propuesta educativa de calidad y verdaderamente inclusiva para niños, niñas y jóvenes que, por diversas razones, han sido excluidos del sistema educativo. Este proyecto de ley se encuentra actualmente en la Comisión de Hacienda del Senado, sin la urgencia del Gobierno, necesaria para agilizar su aprobación.

Si bien ha habido avances en torno al financiamiento e implementación de medidas especiales de reingreso y asistencia en el marco del Plan de Reactivación Educativa, estos esfuerzos se han limitado a disminuir la deserción temprana, es decir aquellos jóvenes que llevan a lo sumo uno o dos años fuera del sistema, ignorando a los más excluidos, que son quienes más nos necesitan. Con la aprobación de este proyecto de ley, las escuelas podrían contar con mejores recursos y un financiamiento más estable para ofrecer espacios educativos con las herramientas adecuadas que propone la Modalidad de Reingreso, y no tener que lamentar el cierre de otra de nuestras escuelas o dispositivos por falta de voluntad política.