En un mundo donde los cambios tecnológicos ocurren cada vez más rápido, alterando los comportamientos de la ciudadanía, sus hábitos de consumo y la manera de conectarse con el mundo, el periodismo en los medios más tradicionales vive un momento de crisis.
Esta realidad ha llevado a algunos a pensar que el periodismo como disciplina debe desaparecer, ya que todos podemos ser periodistas y compartir diversas informaciones. Pero la fuerte irrupción de las denominadas fake News han sido una señal de alerta para los que piensan que la falta de rigor no tiene consecuencias.
Falsas noticias viralizadas por redes sociales han generado pánico en distintas ciudades de Chile y el mundo, donde se ha difundido irresponsablemente que, por dar algunos ejemplos, secuestran a niños en los baños de los mall de Santiago, se acabará la bencina por una escasez de stock, o la supuesta muerte de personalidades públicas.
Más allá de ser una anécdota que afecta solo a los más crédulos, en algunos partes del mundo se ha llegado a casos tan estremecedores como el linchamiento de personas, porque supuestamente se parecían a presuntos malhechores asociados a falsas historias difundidas por redes sociales.
En este contexto la labor del periodista con una sólida formación profesional y ética toma mayor relevancia, ya que gracias a su preparación y a las herramientas que se le entregan es capaz de separar la paja del trigo.
Si bien todos los ciudadanos pueden transmitir y publicar informaciones gracias a la masiva presencia de plataformas virtuales y a la alta interacción que se produce en ellas, es el periodista el llamado a analizar, evaluar y chequear los acontecimientos, debido al impacto que puede generar el hacer público algún suceso.
Es por ello que la misión de quienes forman a los nuevos periodistas debe ser imprimirles un profundo sentido ético y valórico, que les permita estar preparados para informar y orientar honestamente los hechos observados y analizarlos, aplicándolos tanto en la experiencia personal como en su desempeño profesional.
Los estudiantes deben valorar el rol de la conciencia moral y de la libertad personal propio del ejercicio laboral libre y responsable.
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