Un caso que ha conmovido tremendamente la opinión pública es el de Sigrid, la chica de Concepción, que golpea brutalmente a otras niñas indefensas y publica los vídeos grabados por sus amigos en internet.
Todos nos enteramos de lo ocurrido a través de un vídeo que giraba por Facebook, en donde Sigrid golpeaba y pateaba en la cara a una niña que no se podía defender. La grabación causó grande revuelo, pero no quedó ahí, después de ese vídeo se descubrieron otros tres o cuatro, con el mismo modus operandi; ella va por detrás de las víctimas, luego pasa por delante y golpea, todo esto siempre en presencia de su grupo que graba y la apoya en caso de necesidad.
Como era de imaginarse los seguidores de las redes sociales quedaron impactados y enfurecidos ante feroz violencia, olvidando por completo que quien la propinaba era una adolescente de 15 años. La indignación era tal, que algunas personas empezaron a crear grupos para “funar a Sigrid”, otros ofrecían dinero para que alguien de la ciudad pudiera golpearla y algunos santiaguinos se querían organizar en patota para viajar hasta su domicilio en Concepción.
La situación estaba completamente fuera de control, tanto así que TVN entrevistó a la agresora para que pudiera defenderse en algún modo o bien pedir disculpas, que fue lo que hizo. Mencionaba que estaba siendo víctima de maltrato psicológico y verbal por parte de la redes sociales, por lo que pedía que la gente parara con el hostigamiento.
Hasta aquí, se pensó que realmente había aprendido la lección y que con el susto habría aceptado que su comportamiento estaba equivocado, pero así no fue, el miércoles 28 de septiembre, en el Portalnet.cl fue publicado un nuevo vídeo en donde Sigrid agrede nuevamente a otra chica. La grabación parece actual, es decir, un hecho reciente y posterior al escándalo. ¿Qué quiere decir esto? que ella no está arrepentida y que seguramente su comportamiento no cambiará, a menos que se tomen medidas inmediatas en su contra.
¿Qué está esperando la justicia?
Sabemos que en la práctica los menores son inimputables a pesar de existir, desde el 2005, la ley de “Responsabilidad Penal Adolescente”, que pero en la realidad no sirve nada más que para internar, en los casos extremos, a los adolescentes un par de meses en algún centro de rehabilitación. Es por ello que Sigrid no será castigada por su comportamiento- que no es un “error” como dice su madre- sino más bien un claro ejemplo de delincuencia juvenil. Este tipo de situaciones tienen grandes consecuencias a nivel social, entre ellas, dejar sin protección y desamparados legalmente a otros menores que sufren estas agresiones, las que pueden llevar incluso a la muerte.
Lo cierto es que si la justicia no hace algo y se le permite a los menores actuar con total impunidad no podemos quejarnos de que la sociedad reaccione de modo violento tomando represalias ante estos actos delictivos. La justicia debe actualizarse, avanzar a medida que la sociedad avanza y con ello, resolver la llegada de nuevos problemas.
Si bien hay personas que debido a la indignación quisieran tomar la iniciativa y castigar a la agresora, hay otras personas que justifican la actitud de la menor- todo porque vive en una zona de aquellas que vienen llamadas vulnerables- y empiezan a disculpar sus actos diciendo: “a lo mejor no tuvo unos buenos padres”, “quién sabe como creció esta pobre niña”, “la pobreza reduce a las personas en este estado”.
Estas frases son las que hacen que la delincuencia vaya tranquila por la calle, la pobreza no es ni será jamás una justificación para ir por la vida golpeando a jovencitas y robándoles sus celulares. Todos aquellos que piensan así deberían conocer la realidad de otros países más pobres que Chile, para ver con los propios ojos como miles de millones de pobres- pero de esos de verdad- como aquellos que escapan de países en guerra y que han perdido todo, llegan a otros países con una actitud de superación y llenos de buenas intenciones.
Y con respecto a si es o no una niña que no sabe lo que hace bueno, sabe como golpear y sus 15 años no han sido un impedimento para agredir a otros, no veo por qué no pueda recibir un castigo adecuado a su edad.
No se debe minimizar este tipo de agresiones y mucho menos dejarlas pasar, nadie dice que deba ir a la cárcel, pero deben existir castigos ejemplares y efectivos para enseñar que la delincuencia no es el camino a seguir, pero por sobre todo, que le enseñe valores sociales tales como la empatía y humildad.
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