Día Mundial del Agua: Un desafío-país en seguridad hídrica

Eve Crowley

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Hace más de 30 años que Naciones Unidas busca poner en el escenario mundial la crisis del agua y la necesidad de generar medidas para cuidar este recurso vital. En Chile, esa necesidad reviste carácter de urgencia, producto de 15 años de megasequía, con una duración y extensión sin precedentes, lo que nos sitúa en el puesto número 16 en estrés hídrico mundial, según el World Resources Institute, similar a países de Medio Oriente.

Esta situación conlleva un grave riesgo para las personas, los ecosistemas y los sectores productivos, en un contexto de un escaso margen de tiempo para revertir los efectos más adversos del cambio climático sobre este recurso. El Estado de Chile, a través de la DGA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y con financiamiento del Fondo Verde del Clima, está elaborando su primer Plan de Adaptación al Cambio Climático para el sector de los Recursos Hídricos, que será el instrumento que definirá los mecanismos para enfrentar este desafío país y aumentar la resiliencia en los territorios.

Los primeros hallazgos de este plan, y recogidos en el informe "Participación Temprana: Encuesta de Opinión. Percepción de amenazas y vulnerabilidad al cambio climático en el recurso hídrico y potenciales medidas de adaptación", en que participaron más de 1.200 personas a lo largo de todo el país, muestran que existe acuerdo respecto a los cambios en el clima en Chile, tales como un aumento en temperaturas y sequías, así como una disminución de precipitaciones, de caudales de agua superficiales y del nivel de napas subterráneas.

Otro elemento importante del análisis de la encuesta es que la población en general se ve afectada, tanto por la cantidad como la calidad del agua, percibiendo sobre todo escasez para la agricultura familiar y el autoconsumo, además de conflictos asociados al agua. En cuanto a los grupos vulnerables frente al cambio climático en relación con la disponibilidad hídrica, 5 de cada 10 personas considera que las más afectadas son aquellas que habitan sectores rurales.

Las medidas más destacadas en esta encuesta para enfrentar el cambio climático son la conservación y reutilización del agua, además de fortalecer la gobernanza, declarando que la toma de decisiones debe estar alineada con una gestión integrada y uso eficiente del agua. Entre las políticas públicas más apropiadas, 8 de cada 10 personas consideran que deben generarse cambios legislativos y/o normativos, así como programas de capacitación, asistencia técnica, campañas de sensibilización y educación pública. También se señala la mejora de la coordinación institucional, regularización de derechos de aprovechamiento de agua y financiamiento para la gestión hídrica.

Resulta de suma importancia destacar que estos resultados concuerdan con la recientemente publicada tercera Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile (EDA 2024), realizada por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), donde se subraya que mejorar la gestión del agua y las políticas hídricas son los principales desafíos del país. Se observan coincidencias en gestión y planificación de recursos hídricos en torno a mejorar coordinación y gobernanza; abastecimiento de agua y saneamiento, apuntando hacia la vulnerabilidad hídrica rural; políticas y asignación de recursos hídricos, como regularización de derechos de aprovechamiento de agua, cambios legislativos y normativos, conservación y reutilización de agua; e instrumentos económicos y financiación de la gestión del agua. Esta visión común, a nivel nacional e internacional, respecto de la vulnerabilidad de los recursos hídricos en Chile y las estrategias para abordarla, refuerza la necesidad de actuar considerando la urgencia climática.

Para la celebración del Día Mundial del Agua este año, la ONU eligió la frase "Agua para la paz", resaltando el hecho de que "el agua puede crear paz o desencadenar conflictos". El cambio climático, como catalizador de conflictos por el agua, debe estar en el centro de las políticas públicas en materia hídrica, contemplando las necesidades futuras para consumo humano, ecosistemas y desarrollo productivo. Desde la FAO, estamos trabajando para avanzar en seguridad hídrica que le permita al país un futuro en paz.