Este fin de semana en el Parque O’Higgins se disputa la tercera fecha de la temporada 2018-2019 de la Fórmula E, siendo una instancia de exposición al mundo no solo de esta tecnología, sino una oportunidad de exhibir el estado de la electromovilidad en Chile.
Es una tendencia actual que los gobiernos de los países con compromisos ambientales y de sostenibilidad ambiciosos estén introduciendo normativas que ayudan al desarrollo de autos a electricidad, lo que está haciendo que el concepto de electromovilidad adquiera cada vez más fuerza y consenso a nivel mundial.
En nuestro país, durante el año 2018 se vendieron 417.000 vehículos livianos y medianos y 197 autos eléctricos, según las cifras de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).
Esto significa que un 0.047% de las ventas totales de autos son eléctricos. Un número minúsculo frente a los todas las ventajosas condiciones que tiene Chile para hacer este recambio eléctrico, dejar atrás los combustibles fósiles y comenzar a aprovechar nuestro potencial en energías limpias y renovables.
Chile, como país anfitrión de la Fórmula E, debe acelerar de manera decidida esta transformación hacia la electromovilidad. No basta con que el gobierno anuncie que se han sumado un par de autos eléctricos a su flota gubernamental.
Desde Greenpeace creemos necesario que el presidente entregue un mensaje potente y comience a movilizarse solo en autos eléctricos. Es fundamental que se anuncie una fecha definitiva para el fin de la venta de vehículos a gasolina.
¿Por qué? Porque es hora de tomar medidas que deben ir de la mano con una transición energética para dejar atrás cuanto antes el carbón que está contaminando las zonas de sacrificio y calentando el planeta.
Un ejemplo de esto es España y su intención de prohibir la venta de automóviles diesel, a gasolina e híbridos el 2040.
La medida se enmarca en el amplio proceso de descarbonización que está impulsando el Estado español y que ha llevado a que se anuncie la voluntad de que, para mitad de siglo, todos los autos que circulen por sus calles y autopistas no emitan CO2 por sus tubos de escape.
El anuncio de España se suma a medidas parecidas de otros países, como el Reino Unido, que ha dicho que prohibirá la venta de automóviles diesel y gasolina en 2040 y que en el año 2050 ya no podrán circular por las calles de la isla.
Francia también ha anunciado que prohibirá la venta de coches de combustión en 2040. Otros países, como Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda pretenden lograrlo en 2030. Noruega es el más adelantado y quiere hacerlo el 2025.
La próxima reunión mundial de la COP25 que se organizará en Chile es una oportunidad histórica para dar uno de los pasos más relevantes de los últimos años y posicionarse a la vanguardia mundial en temas relacionados con cuidado ambiental.
Gobierno, enchúfese por favor.
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