Uno de los aportes científicos más importantes de los últimos años al problema del cambio climático fue entender que existe una relación casi lineal entre las emisiones acumuladas de dióxido de carbono (CO2) con la temperatura media mundial. Entonces para limitar el calentamiento del planeta a los 1,5 o 2 grados Celsius que indica el Acuerdo de París, existe una cantidad específica de CO2 que aún podemos quemar y emitir a la atmósfera. Es decir, para un objetivo específico de calentamiento existe un “presupuesto” de CO2.
En un cálculo hipotético en que las emisiones de gases de efecto invernadero restantes se reparten equitativamente entre todos los habitantes del planeta con una cuota de 5 toneladas de CO2 por año per cápita (un número fácil de recordar y cercano al valor per cápita actual), las emisiones se agotan en el año 2030 o 2050. Notar que esta premisa claramente no es verdad, ya que existen enormes diferencias entre países y también dentro de cada país, lo que lleva a interesantes discusiones éticas de justicia y equidad.
Para aportar a esta discusión, junto a dos colegas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile publicamos un estudio denominado “Perspectiva humana del cambio climático”*. La premisa es que en última instancia es el consumo de bienes y servicios de todos lo que produce las emisiones de gases de efecto invernadero, y por lo tanto una parte crucial para limitar el cambio climático está asociado a acciones individuales a través de decisiones que podemos tomar en nuestra vida cotidiana.
¿Qué significan 5 toneladas por persona por año? El artículo da algunos ejemplos.
a) Llenar el estanque de un auto de 50 litros cada 9 días es el 100% de la cuota personal.
b) Un viaje en avión Santiago-Concepción 410 kg CO2 representa un 8.2% de la cuota.
c) Comer 1 kg de carne a la semana son casi 700 kg de CO2, un 14% de la cuota anual.
Los emisiones del sector energéticos serán más fáciles de abordar dada la incursión de energías renovables no convencionales, como la energía solar, y las de transporte con la masificación de la electro-movilidad.
Otras, como nuestra dieta, dependen directamente de las decisiones que tomamos día a día como habitantes de este planeta, el único hogar que tenemos.
*de la Fuente A, Rojas M, Mac Lean C (2017) A human-scale perspective on global warming: Zero emission year and personal quotas. PLoS ONE 12(6): e0179705. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0179705
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