Un verdadero escándalo y crisis es lo que se está viviendo en el extremo norte del país.
La lamentable situación que se enfrenta en el sobrepasado control fronterizo -Paso Chungará- y que tiene a los camioneros varados en ese sector hace más de siete semanas, mientras que por otro lado los migrantes irregulares continúan entrando en masa a Chile sin ningún orden ni fiscalización, generando las lamentables consecuencias que hemos visto estos días con gente viviendo en las calles, plazas o parques. Además, de las graves alteraciones al orden público, los ataques xenófobos y enfrentamientos con Carabineros.
Desde mi punto de vista, la gestión fronteriza del Gobierno ha estado al debe, dejando a su suerte a miles de camioneros, ya que se estima que existe una fila de más de 700 camiones abarcando más de 15 kilómetros de la ruta que une Bolivia y Chile, donde deben esperar hasta tres semanas en condiciones inhumanas sin contar con higiene, aseo, salud ni alimento.
Hace pocos días el gobierno boliviano propuso a Chile realizar una sola prueba PCR que detecta el Covid-19 que estaría a cargo del laboratorio estatal de Bolivia para acelerar el flujo del transporte pesado que está varado en la frontera, y que los resultados serían enviados a través de las cancillerías con el objetivo de terminar con esta crisis.
Asimismo, recientemente nuestro Gobierno anunció que espera incrementar el aforo para la atención de unidades de transporte en Chungará, con miras a continuar ampliándolo de manera gradual, previa evaluación de resultados. Además, se contará con más funcionarios de salud asignados a la aduana sanitaria en el complejo fronterizo a fin de agilizar la atención de transportistas.
De igual forma, se debe garantizar siempre la salud de todos nuestros funcionarios que trabajan en el paso fronterizo, ya que no se puede exponer a nuestros compatriotas solo con el objetivo de atender a mayor cantidad de conductores.
No debemos olvidar que esta crisis está provocando estragos a nivel laboral y logístico en el Puerto de Arica y en sus trabajadores, que no pueden desempeñar sus funciones con estas cargas retenidas o varadas. Y no sólo esto, ya que también se está afectando el cumplimiento de los tratados internacionales que garantizan el comercio boliviano, por ejemplo, y que se originan de los acuerdos tras la Guerra del Pacífico.
Por último, más allá de esta crisis en particular y de la pandemia que estamos viviendo en Chile y el mundo, es necesario que de una vez por todas usemos tecnologías en todos los pasos fronterizos terrestres del país para mejorar el transporte de carga pesada para agilizar el flujo de movilidad entre nuestros países vecinos.
Un ejemplo de esto es el proyecto "Puente Andino", iniciativa que busca convertir el paso fronterizo Los Libertadores, de la jurisdicción aduanera de Los Andes, en un polo del comercio internacional, digitalizando la cadena logística entre Chile y Argentina al utilizar la interoperabilidad para lograr la trazabilidad documental, garantizar la seguridad comercial y monitorear los vehículos que cruzan entre un lado y otro.
Saquemos de esta catástrofe en el sistema y control fronterizo una oportunidad para mejorar la logística del país de la mano de la tecnología y todas las herramientas de la transformación digital, como inteligencia artificial, blockchain, data analytics y otras que vendrán.
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