Ideología y reforma al sistema de pensiones

Hace un buen tiempo publiqué una columna en este medio haciendo una apuesta. Creo que la idea que la subyace se confirma a la luz de lo que hemos podido apreciar a propósito del debate sobre la reforma al sistema de pensiones.

En agosto del año 2017, una semana después de presentado el proyecto de reforma al sistema de pensiones del gobierno de la época, Andrés Santa Cruz, Presidente de la Asociación de AFP, salió a criticarlo duramente. Sostuvo que “con esta reforma se van a mejorar las pensiones solamente de un sector de la clase media. Los más pobres no están”.

El Presidente electo de la época, y la actual coalición de gobierno, decidieron rechazar el proyecto de pensiones criticado por Santa Cruz.

El lunes de esta semana, la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados rechazó el proyecto de ley presentado por el actual gobierno. De inmediato, el presidente de las AFP salió a defender el proyecto y a censurar la decisión de la comisión, afirmado que “es impresentable que se rechace legislar sobre un tema que todos los chilenos consideramos como primera prioridad: las pensiones presentes y futuras (…) No podemos seguir postergando este clamor ciudadano a legislar con altura de miras, mejorando lo que hay que mejorar y con un solo norte, que son los chilenos jubilados de hoy y mañana. No tiene presentación eludir el debate y rechazar legislar”.

Como en esta y otras reformas del gobierno, nos debe llamar profundamente la atención la fuerte contradicción de la centroderecha con la ideología que dicen seguir. Numerosas reformas que lleva adelante el Presidente de la República son defendidas y patrocinadas vehementemente, en diarios y seminarios de opinión, por los dueños de los negocios a los que regula, sus gremios y asociaciones. ¿Cuándo olvidó la centroderecha una de las máximas del padre capitalismo?

Y es que “los intereses de quienes trafican en ciertos ramos del comercio o de las manufacturas, en algunos respectos, no sólo son diferentes, son por completo opuestos al bien público”.

¿Puede una persona que cree en el capitalismo -especialmente quienes ejercen el poder hoy - pensar que Andrés Santa Cruz tiene como preocupación fundamental los pobres y la clase media? ¿Por qué, entonces, el gobierno se subordina a sus intereses?

Es muy grave hacer coincidente el interés de los dueños o representantes del capital con los intereses de la comunidad o el bien común. ¿En qué momento se asimilaron?

Esta observación se hace especialmente importante en una materia tan simbólica como el sistema de pensiones[1], donde el mero cálculo económico simplemente no da, ¿o fue pura suerte que las Fuerzas Armadas no modificaran su sistema de pensiones, siendo tan prometedor el sistema de AFP?

La idea de capitalismo está en riesgo precisamente porque parte de la centroderecha obedece al interés de los agentes que debe regular - y cuya vocación es monopolizar mercados -, contradiciendo una de las reglas más relevantes que nos dejó Adam Smith: desconfiar y sospechar escrupulosamente de sus propuestas o ideas al momento de legislar.

1) Otro tema, por supuesto, es en qué medida el sistema de pensiones debe estar exclusivamente bajo la administración de quien debe minimizar costos y maximizar utilidades.

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