Pensiones, otra promesa incumplida

Ximena Rincón

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^{Co-escrita con Matías Walker, senador y primer vicepresidente de Demócratas}

En los últimos dos años, bajo la administración del Presidente Boric, hemos sido testigos de intensos debates, en un inicio priorizando la ideología por encima de las necesidades reales de los pensionados. ¿Resultado? Amplio rechazo a una propuesta sin fundamentos sólidos, que cumple más como consigna política que como solución en seguridad social.

Hoy se intenta revivir una propuesta presentada al Congreso por el expresidente Piñera, hace casi seis años. Es importante recordar que esta iniciativa fue resistida en su momento por el entonces diputado Boric y varios de los actuales ministros, incluso en lo referente al concepto de ahorro colectivo que el proyecto proponía.

Después de su paso por el Senado, y tras enfrentar una serie de obstáculos en su tramitación en 2021, el gobierno anterior optó por desistir de ella, debido al poco tiempo restante para aprobarla bajo su mandato. En su lugar, se priorizó el envío de un nuevo proyecto de ley sobre la Pensión Garantizada Universal (PGU), que tuvo un respaldo generalizado.

Es importante señalar que, desde que se presentó el proyecto de la PGU en 2021, ya había perdido vigencia la propuesta de la reforma de pensiones del Presidente Piñera, que fue rechazada el año 2020, en lo fundamental, por quienes hoy encabezan el gobierno.

También es necesario mirar el deterioro que ha experimentado el mercado laboral y el cambio en el sistema de pensiones, al crearse la PGU, desde la presentación del proyecto del presidente Piñera en 2018, antes del estallido social, la pandemia y la desaceleración económica. Entonces, ¿cómo pueden miembros del Gobierno sugerir revivir una idea que ya no se ajusta a las circunstancias actuales? Más aún, apelando al reciente fallecimiento de Sebastián Piñera, para supuestamente "honrar su memoria". Este tipo de aprovechamiento político refleja una falta de voluntad para buscar acuerdos reales.

Debemos priorizar una reforma de pensiones acorde a la realidad actual, que promueva el ahorro entre los trabajadores, garantice que los pensionados puedan disfrutar de sus ahorros en vida y contemple un seguro de longevidad para aquellos que superen su expectativa de vida y no queden desamparados. Desde el primer día el Gobierno ha contado con propuestas y la disposición de los 6 diputados y 2 senadores de Demócratas para avanzar en esa línea, y seguirá contando con ella.

Los seis puntos adicionales propuestos parecen ser insuficientes para consolidar un sistema de pensiones sostenible. De acuerdo los propios números oficiales (informe de la Superintendencia de Pensiones y Dipres), y a observaciones del profesor Joseph Ramos, las pensiones serán menores hasta en 10% en el año 2040, y peores en 2070. El informe se señala que el mejor escenario para aumentar las pensiones futuras es destinar la mayor parte del ahorro adicional a las cuentas de los trabajadores. Asimismo, indica que quienes tienen entre 18 y 20 años hoy y se jubilarían en 2070 tendrán pensiones menores a las actuales, salvo se destinen los seis puntos adicionales a sus cuentas individuales. En simple, pan para hoy, migas para mañana.

Aprobar el proyecto como viene proponiendo el Gobierno no solo contradice sus propios números, sino que sacrifica y disminuye pensiones futuras. Es necesario reconsiderar y ampliar el porcentaje de cotización adicional, establecer una implementación gradual que no afecte más un mercado laboral ya debilitado, ni fomente la informalidad.

Si el Presidente no desea perder los dos años que le quedan de mandato en debates ideológicos y referencias al pasado, hacemos un llamado para que abra el diálogo y tome decisiones pensando en el bienestar de las pensionadas y pensionados, por encima de las ideologías políticas de sus aliados.

Al final del día, lo que realmente importa al pensionado que recibe su pago mensual, es la mejora en la calidad de vida que ese aumento de pensión representa, sin importar si fue un gobierno de derechas o de izquierdas el que lo firmó.