Alérgicos, pero ¿a qué?

En nuestro entorno todos conocemos a alguien que padece algún tipo de alergia. Es más, nosotros mismos podemos ser una de esas personas y llegando la primavera comenzamos a sufrir con los síntomas. Las alergias son las respuestas exacerbadas que genera nuestro sistema inmunológico -el sistema de defensa de nuestro organismo- frente a una sustancia común que reconoce como dañina, aunque no lo sea para la mayoría de las personas.

Estas sustancias son los llamados alérgenos y entre los más comunes se encuentran el polen de los árboles, el pasto, algunos alimentos, el polvo, el moho, el cloro, la picadura de algún insecto e, incluso, la caspa de las mascotas. Pero, ¿es importante saber a qué somos alérgicos? Sin duda que sí, ya que la identificación temprana sobre lo que produce una alergia puede cambiar sustantivamente la calidad de vida de la persona afectada, permitiendo acceder a un tratamiento oportuno, específico y eficaz.

El diagnóstico se realiza provocando su manifestación de manera controlada en un centro de salud habilitado. Estos exámenes se basan en poner en contacto a la persona con los posibles alérgenos involucrados. Uno de los métodos más utilizados son los cutáneos del tipo prick test, en donde se coloca una gota de alérgeno en el antebrazo y luego se punciona con lanceta sobre la gota para que penetre en la piel; de esta forma, se puede observar si genera una reacción alérgica.

Otras pruebas de diagnóstico son por exámenes de sangre para medir inmunoglobulina E, además de la de triptasa. Sea cual sea el método utilizado, es necesario investigar y saber qué sustancias pueden generar estas reacciones, para posteriormente recibir indicaciones médicas.

Y esto último es fundamental, considerando que la automedicación es riesgosa por los potenciales efectos que algún medicamento puede tener en el organismo -dependiendo de cada paciente- y más aún si se adquieren en lugares no establecidos como en ferias o en el comercio informal, desconociendo su autenticidad. Asimismo, si se está consumiendo algún medicamento para tratarlas, es importante no mezclarlos con alcohol u otras sustancias depresoras del sistema nervioso, como los antidepresivos, ya que pueden generarse interacciones que aumentarían o disminuirían su efecto, o generarían uno no deseado. Por eso, cualquier tipo de medicamento siempre debe ser indicado por el médico tratante.

Las alergias son la cuarta enfermedad más importante en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La misma organización proyecta que de aquí al año 2050 más de la mitad de la población global padecería alguna, por lo que saber a qué se es alérgico evitará poner en riesgo la salud y provocará un mayor bienestar en el paciente.

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