No hay derecho a la enfermedad: el caso de trabajadores/as informales

En el reciente estudio de Fundación SOL, en alianza con WIEGO y el Consejo Intersectorial de Trabajadores Informales de Chile, coordinado por Conatrado, se enfatiza en la urgencia de ampliar la protección social para trabajadores/as informales en Chile. En el informe se releva una cuestión crítica: la precariedad de quienes, a pesar de ser una base considerable de la economía nacional, se encuentran desprotegidos ante enfermedades y accidentes laborales.

En el marco del debate de la Ley 16.744, que refiere a normas sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, se ha evidenciado la falta de cobertura para trabajadores/as desregulados. Chile cuenta con un seguro obligatorio contra accidentes y enfermedades laborales, pero como suele suceder con las políticas públicas en materia de seguridad social, este seguro está dirigido fundamentalmente a quienes tienen un empleo formal.

Con 26% de informalidad laboral en Chile, muchos trabajadores/as se ven obligados a enfrentar condiciones laborales que carecen de garantías básicas. La precariedad se traduce en un escenario donde, si estos trabajadores/as se enferman, no cuentan con un sistema de salud que los respalde. No tener acceso a un seguro social significa que cualquier enfermedad puede convertirse en una tragedia personal y económica, ya que no solo afecta su salud, sino que también pone en riesgo su capacidad para generar ingresos para su hogar. Los ingresos inestables son parte de las malas condiciones estructurales de las personas que trabajan bajo esquemas de informalidad en el país.

La seguridad social es un derecho fundamental. Por ello, el informe explora la posibilidad de establecer un régimen de cotización especial para trabajadores informales, con una implementación que garantice que este sistema sea realmente accesible.

Esta propuesta que se explora en el informe considera diversas dimensiones:

  1. Monto de la cotización: Que no exceda el 1% del ingreso mínimo vigente y establecer algunos pagos diferenciados
  2. Regularidad: la posibilidad de pagos discontinuos sin estructuras punitivas, que se relacione con la realidad estacional de los ingresos de los trabajadores/as
  3. Financiamiento del sistema: complementar el aporte de los trabajadores/as con una estructura de fondo solidario estatal y articular un seguro especial para trabajo informal
  4. Cuatro años de vigencia del régimen, en el proyecto de ley se establecen 4 años, pero también desde el informe se propone una evaluación periódica en relación a la realidad de los trabajadores/as

En un régimen de cotización especial es fundamental el apoyo del Estado. Por los bajos e inestables ingresos que tienen los trabajadores/as informales, es vital establecer garantías para que la cotización para enfermedades y accidentes del trabajo no sean una carga adicional. Es fundamental tener en cuenta que la implementación de un sistema de monocotización debe verse como un primer paso hacia la inclusión en un sistema de seguridad social más amplio.

Sin embargo, este sistema no debe convertirse en una trampa que perpetúe la informalidad y mantenga a los trabajadores/as en condiciones precarias. Es esencial que todos los trabajadores/as tengan acceso a un sistema que no solo les ofrezca protección, sino que también les permita vivir con dignidad y seguridad. Especialmente en momentos de alta vulnerabilidad, como en situaciones de enfermedad o accidentes.

La participación activa de los trabajadores/as en la implementación de un nuevo sistema es crucial. Solo con su voz en la toma de decisiones se puede garantizar que las políticas respondan efectivamente a sus necesidades. La creación de estructuras que permitan esta participación no sólo es justa, sino que también enriquecerá el proceso, asegurando que todos los aspectos del sistema de protección social estén alineados con la realidad de quienes están en la base de la economía.

La lucha por la protección social de los trabajadores/as informales es, en última instancia, una lucha por la dignidad y la justicia. Es imperativo que se implemente un régimen que garantice la cobertura por accidentes y enfermedades, ya que los trabajadores/as no pueden permitirse enfermarse sin enfrentar graves repercusiones individuales y en sus hogares. El camino hacia un futuro más justo y equitativo para todos pasa por reconocer y actuar sobre esta realidad urgente.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado