Sexualidad y cirugía plástica: ¿Aliados inesperados?

Llevo más de dos décadas intentando aportar a las vidas de cientos de mujeres, quienes gracias a la cirugía plástica han mejorado en consideración con sus propias historias. Historias de esfuerzo, de entrega a los demás, en donde muchas veces ellas mismas se dejaron de lado. Siempre he destacado que la cirugía debe ser un complemento a esas historias de vida y que el rol de un buen médico debe ser también el de acompañar y poner cordura a los deseos de cirugías, muchos motivados por inseguridad y abandono, más que por el deseo de lograr verse como se siente.

Luego de este hito quirúrgico, nuestros pacientes se empoderan, se vuelven a mirar y querer, reconciliándose con un actor oculto y abandonado muchas veces en la vida de las mujeres: su sexualidad y autoestima.

Me gusta hablar de hitos reparatorios. El primero de ellos es la validación para llegar a tomar la decisión de una cirugía plástica y que tiene directa relación con la autoestima de la paciente. El último de los hitos reparatorios es la mantención y la vida sexual. ¿Es casualidad que el primero de ellos tenga que ver con la autoestima y el último de todo el proceso lo haga con la vida sexual? La respuesta es que no, ya que el bisturí va más allá de un procedimiento en el pabellón.

Contribuir al desarrollo de una valoración positiva de las mujeres-madres, cuyo desarrollo personal y plenitud como mujer se ha visto postergado por la entrega desinteresada de entera atención hacia su familia y/o seres queridos, a través de una intervención profesional integral que busca modificar aquellos aspectos que no le han permitido lograr un equilibrio socioemocional tendiente a su propio bienestar, es la clave.

Hasta hace poco se manejaban pocos datos oficiales en relación al mejoramiento de la vida sexual de las pacientes luego de una cirugía, hasta que la revista Aesthetic Surgery Journal presentó un estudio con 70 pacientes, donde más del 60 por ciento aseguró haber experimentado mejoras considerables en su grado de satisfacción sexual, destacando las que se habían operado los pechos las que presentaron el porcentaje más alto. Es importante destacar que siempre se le debe decir a quien recurre a la cirugía que este es un beneficio añadido y no lo que buscamos tras una operación que finalmente va en mejorar la autoestima de nuestras pacientes.

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