Crímenes totalitarios
El régimen totalitario, impulsado por ideologías intrínsecamente perversas, promovidas por agendas liberal-globalistas, implementa sus criminales políticas de violación flagrante y sistemática de los derechos humanos en Chile. Lo anterior se sustenta en la información de que habría una circular del Ministerio de Salud de que 1.962 menores de edad ingresaron al programa de acompañamiento a la identidad de género entre abril de 2023 y el mismo mes de 2024.
Si bien se desconocen detalles de este programa de acompañamiento, el abuso de menores es ya en si mismo un crimen y una violación de derechos humanos cuando se trata de una política pública. Esta violación sistemática contra la persona humana sería aún más agrave si incluye terapias médicas terapéuticas y de inoculación de hormonas, lo que vulneraría la dignidad humana de los niños en su esencia misma como personas indefensas y también la de sus familias.
La situación de estas víctimas de violación flagrante y sistemática de ser cierta sería aún más grave que las registradas por las del régimen militar, porque por último aquellas víctimas tenían el amparo de la comunidad internacional, los niños actuales no, ya que organismos internacionales son promotores de agendas criminales de género y de todo el régimen totalitario liberal globalista.
El totalitarismo en Chile ya se inoculó ideológicamente en el segundo régimen de Bachelet, cuya agenda de pensamiento contó con la complicidad política de todos sus aliados y rémoras políticas. Tal situación se consolidó bajo el gobierno de Sebastián Piñera, quien presentó el proyecto constructivista subjetivista de identidad de género, apoyado por todos los cómplices ideológicos del totalitarismo liberal globalista, lo mismo ocurrió con la ley de matrimonio igualitario, momento en que dicho gobierno estaba a merced de la izquierda.
La perversidad del totalitarismo liberal globalista no tiene parangón, porque es aún más oscuro que los anteriores. Los totalitarismos comunistas, fascistas y nacionalsocialista alemán simplemente asesinan a los disidentes y poblaciones que no desean respetar, pero el actual totalitarismo apunta a socavar y finalmente eliminar la dignidad misma de las personas disidentes, acusándolos luciferinamente de delitos ideológicamente construidos.
Al liberalismo global le queda poco, pero los justos de este momento deberán tener fortaleza y esperanza para luchar y soportar los embates del poder totalitario.
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