Defensoría del adulto mayor: derechos que aún esperan

Como concejala de Independencia y abogada litigante, he sido testigo en diversos casos de abuso y maltrato hacia las personas mayores. Estos van desde diversas formas de maltrato hasta el menoscabo de su propio patrimonio. Lo más desgarrador son aquellos casos de abandono total, en los que los propios vecinos colaboran y ayudan a resolver cuestiones domésticas y de sobrevivencia.

Existe una deuda con las personas mayores, quienes, al igual que los niños y adolescentes, a menudo sufren en silencio este abandono y abuso.

Independencia, siendo la tercera comuna más envejecida de la Región Metropolitana, representa el 8% de las comunas con un envejecimiento demográfico significativo. En Chile, más de 3.5 millones de personas tienen 60 años o más, lo que corresponde al 18% de la población total. Se proyecta que para 2050 la población de personas mayores en Chile represente el 32% del total, llegando a aproximadamente 6,4 millones de personas.

Este 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, establecido por Naciones Unidas con el objetivo de resaltar los derechos de las personas mayores y promover una vida libre de abusos, violencia y abandono.

Es crucial reconocer que, entre las personas mayores, existen importantes diferencias. Sin embargo, lo que comparten es la vulnerabilidad a la que están expuestas a medida que envejecen. A menudo se enfrentan a la pérdida de autonomía para tomar decisiones, como dónde vivir después de quedar viudos o viudas, ya que sus hijos desconocen sus capacidades para decidir. También experimentan una progresiva exclusión de la vida social, justificada por el riesgo de caídas, lo que limita su libertad de movimiento. Se enfrentan a una sobreprotección que a la larga deteriora su estado emocional y cognitivo. La infantilización también es una forma normalizada de trato, denominándolos como "abuelitos" o "tatitas", cuando lo más adecuado es referirse a ellos como personas mayores, ya que algunos pueden no tener hijos o nietos.

En Chile, a partir de marzo de 2019 se estableció la figura del Defensor Mayor en el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), cuya labor principal es brindar atención y asesoría legal especializada a las personas mayores y la comunidad en general, en casos de abuso, maltrato, violencia y vulneraciones de derechos.

Sin embargo, es importante mencionar que la ley no les otorga facultades para representar legalmente a las personas mayores en situaciones de peligro o amenaza a su vida o integridad personal, lo que limita su capacidad de intervención en casos de maltrato u otras violaciones de derechos.

La creación de una efectiva Defensoría del Adulto Mayor, con facultad para poder representar y actuar de modo efectivo, se vuelve cada vez más imperante. Actualmente, la iniciativa se encuentra en el Parlamento, impulsada por diversas organizaciones y actores comprometidos con los derechos de las personas mayores. La situación actual evidencia la persistente vulneración de derechos que sufren, y es fundamental avanzar en la creación de esta entidad autónoma.

Una real Defensoría del Adulto Mayor desempeñaría un rol fundamental al promover, proteger y defender los derechos fundamentales, civiles y sociales de las personas mayores. Dotada de los recursos necesarios, esta institución sería capaz de abordar de manera efectiva los casos de abuso, maltrato y violencia que afectan a este importante segmento de nuestra sociedad.

Es necesario romper el silencio y poner fin a la indiferencia frente a la vulnerabilidad de las personas mayores. La creación de la Defensoría del Adulto Mayor representaría un gran avance en la garantía de una vida digna y libre de abusos para aquellos que han contribuido tanto, y que lo siguen haciendo de múltiples formas, enseñanzas y legados, al desarrollo de nuestro país.

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