Fortalecer a las organizaciones sociales: una misión urgente
Son 320 mil las organizaciones sociales existentes en nuestro país; pero, ¿qué y cuánto sabemos de ellas? En esa línea, destaca una de las recientes conclusiones de la Comisión para la Regulación de la Relación entre el Estado, Fundaciones y Corporaciones, que indica que carecemos de un registro consolidado que visibilice el estado de actividad y el nivel de fortalecimiento de cada una de estas fundaciones, corporaciones, ONGs y organizaciones comunitarias territoriales y funcionales del país.
En un año marcado por el denominado "Caso Convenios", las organizaciones sociales se han visto en la obligación de responder con claridad a la ciudadanía, al sector público y al sector privado, con transparencia sobre el uso de los recursos asignados para solucionar los problemas de las comunidades más vulneradas. Sin duda esto ha sido una oportunidad para muchas organizaciones, de aumentar sus estándares en probidad y transparencia, pero hay un tema que es transversal a todas y no podemos obviar: necesitamos de forma urgente diagnosticar y fortalecer las competencias en la gestión de las organizaciones sociales.
De acuerdo a Fundación Trascender, una organización fortalecida es aquella que cuenta con un alto nivel de consolidación en los ámbitos de su quehacer, como son la planificación, la ejecución y evaluación de sus procesos, productos y servicios, y que además tiene un equipo consolidado y capacitado.
Un punto relevante en virtud del fortalecimiento de las organizaciones sociales es el impacto que generan en las comunidades con las que trabajan. Esto último cobra total relevancia y es, en efecto, la razón de ser las organizaciones sociales, dado que una mejora en sus modelos de intervención y gestión permitirá una eficiente, transparente y sostenible materialización de su propósito.
El Estado y el sector privado cumplen un rol fundamental en el desarrollo de las comunidades. Sin embargo, la sociedad civil organizada es determinante en esa gestión, siempre y cuando cuente con un nivel de fortalecimiento que esté a la altura de las necesidades de las personas. Una organización social robusta favorece a la sociedad en su conjunto, tanto por las garantías que da en el buen uso de los recursos que gestiona, como por la capacidad para llegar con respuestas ágiles a las comunidades y los territorios que más necesitan en materia de gestión de redes, vivienda, entorno, salud y territorio, por mencionar algunos.
Si bien pueden ser innumerables los temas que una organización social debe fortalecer, un estudio impulsado por la Red Fortalece y otros actores, nos entrega algunas luces de dónde comenzar: las organizaciones priorizan fortalecer la búsqueda y gestión del financiamiento (26%); la gestión del talento, personas y equipos (21%); la planificación y medición, medición de impacto y formulación de proyectos, ambas con 17% de las preferencias.
El camino entonces parece trazado. Debemos ponernos mano a la obra y partir por el primer paso: diagnosticar el nivel de fortalecimiento de las organizaciones sociales. Una tarea de la que Fundación Trascender, con sus 22 años de experiencia, se está haciendo cargo a partir de un inédito índice de medición que nos dará las primeras luces para avanzar en la disminución de brechas de la sociedad civil.
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