Ómicron y la urgencia de un plan de movilidad en pandemia

Al 10 de enero de 2022 ya se confirman más de 308.186.000 casos y más de 5.507.000 fallecidos a nivel mundial, producto del Covid-19. En Chile, la pandemia ha dejado más de 40 mil fallecidos, con 1.817.000 pacientes confirmados y un aumento exponencial de nuevos contagiados por la variante Ómicron, que nos tiene a sólo semanas de alcanzar las peores cifras desde el inicio de la emergencia sociosanitaria en nuestro país.

En estos últimos dos años se ha visto en nuestras ciudades un aumento importante del uso y compra del automóvil. Sin ir más lejos, la Asociación Nacional Automotriz de Chile indicó que en 2021 la venta de vehículos nuevos creció 60,6 %, en comparación a 2020 a lo largo del país.

Una de las explicaciones a este fenómeno está en línea con la valoración de los automóviles como un medio de transporte que entrega "seguridad y aislamiento" en contexto de pandemia. Sin embargo, los vehículos motorizados van en contra de la tendencia mundial de una movilidad saludable, segura y limpia de cara a las nuevas generaciones.

Hoy estamos frente a una situación incierta y de alta preocupación, donde el crecimiento de casos va relacionado con el aumento de la movilidad de las personas, evidenciando un determinante clave en el desarrollo de la pandemia. Y si bien el transporte público no es una de las principales fuentes de contagio, resulta primordial reforzar que el hacinamiento, el uso incorrecto de la mascarilla, el contacto cercano entre pasajeros y los espacios cerrados sin ventilación adecuada representan condiciones ideales que favorecen la transmisión comunitaria del virus.

Con este panorama surge la oportunidad de impulsar aquí y ahora un plan de movilidad en contexto de pandemia que colabore -por ejemplo- en descongestionar el Metro o los buses, propiciando los modos saludables de traslado como la caminata o la bicicleta. Estas medidas deben ser abordadas por la autoridad de forma urgente y deben ir acompañadas con la permanencia del teletrabajo para reducir la movilidad diaria y el desincentivo del uso del automóvil.

Chile cuenta con un muy buen comportamiento de vacunación. Según cifras de Our World in Data, el 90,9% de la población tienen al menos 1 dosis, el 86,9% está completamente vacunado y 60,3% de la población cuenta con dosis de refuerzo al 7 de enero 2022. Si bien estas cifras son valorables, los encargados de administrar la pandemia en Chile deben saber que la inoculación no es la única medida que ayudará a controlar la transmisibilidad diaria. Desde la sociedad civil insistimos en que se deben entregar todas las facilidades de infraestructura y fiscalización para que los desplazamientos diarios de las personas en la ciudad sean seguros, limpios y saludables, sobre todo en contexto de pandemia.

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