La producción de trigo nacional enfrenta un sinnúmero de dificultades. Una de ellas es la necesidad de variedades adaptadas al cambio climático, tolerantes a los eventos atmosféricos, sin bajar la calidad y la producción. Esto es importante de considerar no solo por la industria agropecuaria, sino que también por las autoridades, las familias y nuestra sociedad en su conjunto, al ser la materia prima de nuestro alimento estrella: el pan.
Lamentablemente, el desarrollo de variedades de cualquier cultivo lleva tiempo, y para contar hoy con semillas certificadas adaptadas a los requerimientos actuales de nuestra agricultura, tuvimos que pensar en ellas hace 20 años y, probablemente con más dudas que certezas, pero el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) lo hizo y lo seguirá haciendo.
Hace unos días conocimos el testimonio de productores de La Araucanía y Los Ríos que se atrevieron a probar nuestra variedad Monarka en sus predios, con excelentes resultados. En un año complejo para la producción de trigo, el promedio que obtuvieron fue de 150,5 quintales por hectárea, considerado casi un récord mundial de rendimiento.
Monarka es una variedad de trigo para hacer pan, con un alto porcentaje de proteína y un color blanco atractivo para el mercado, que permitirá que durante su proceso los panaderos no tengan que incorporar químicos para alterar su color. Datos desconocidos para la opinión pública, pero que son relevantes para las instituciones que buscan generar alimentos nutritivos e inocuos para la población chilena.
Todo el equipo que dirijo trabaja por cumplir nuestro rol de entregar innovaciones acordes a las necesidades de la agroindustria, y alimentarias de una sociedad que crece y se envejece a pasos agigantados. Sin embargo, "la ciencia nunca resuelve un problema sin crear otros 10 más". La búsqueda de soluciones es infinita ante la adversidad y lo que hoy celebramos en un tiempo más será reemplazado, inclusive, antes del tiempo que demoramos en desarrollarlo. Lo importante es que esos 10 problemas por cada solución sean pensados hoy para el mañana del futuro.
En lo inmediato, estos resultados son optimistas para una industria golpeada por los precios. Nuestra producción nacional de trigo no cubre toda la demanda que hay de este cultivo, y esa es una problemática que debemos ir resolviendo para aumentar la soberanía y seguridad alimentaria en torno al trigo, materia prima de algo "típico chileno" como el pan.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado