El actual contexto sanitario, económico y laboral es muy distinto al de hace dos años: en aquel momento, el retiro del 10% de los fondos de pensiones de las personas se veía como una necesidad imperiosa y, por lo mismo, se realizaron tres reformas constitucionales que le permitieron poder hacerlo a todos los chilenos y chilenas que lo desearan, y que contaran con los fondos en sus cuentas.
Cuando el actual Presidente de la República, Gabriel Boric, era aún candidato, recuerdo haber escuchado a muchos parlamentarios y parlamentarias oficialistas de derecha decir: "Otra cosa es con guitarra", haciendo alusión al comportamiento que podría tener el actual Mandatario si es que llegaba a ocupar el sillón de La Moneda.
Pues bien, hoy nuestro Presidente, los partidos y parlamentarios que apoyamos al gobierno nos oponemos a lo propuesto por el Congreso Nacional, ya que un nuevo retiro -bajo las mismas normas, requisitos y alternativas que tuvieron los anteriores- sólo generaría un mayor desequilibrio en nuestra economía. ¿Por qué? Lo reitero: porque las condiciones son diferentes.
Una opción favorable, que sin duda ayudará a quienes realmente lo necesiten, es el proyecto de ley que establece una alternativa a un quinto retiro, fijando situaciones específicas donde los afiliados y afiliadas serán autorizados a sacar su dinero: Deudas alimentarias, de salud, hipotecarias, bancarias, ahorros para la casa propia, entre otras. Lo anterior, a diferencia del proyecto presentado por algunos parlamentarios y parlamentarias, permitirá que la inflación no se vea afectada ya que se evitaría una mayor cantidad de dinero circulante y sólo ayudará a pagar deudas.
Usar los fondos previsionales para cubrir derechos fundamentales es una manera justa para dar pelea que estamos librando en este momento y, en palabras del ministro de Hacienda, Mario Marcel, se está buscando que "estas medidas no le agreguen leña a la hoguera de la inflación".
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