En los rincones húmedos y fríos del sur de Chile, especialmente en el territorio Patagonia Verde, crece de forma espontánea una de las joyas más cotizadas del mundo micológico: la morchella, también conocida como morilla, hongo pinito o colmenilla. Su nombre puede variar según la comunidad, pero su valor culinario, económico y ecológico, es indiscutible.
Chile cuenta con un recurso de enorme potencial que, sin embargo, sigue siendo subestimado en nuestras políticas de desarrollo rural. La morchella no solo posee una composición nutricional sobresaliente -35% de proteína, 47% de carbohidratos y hasta 10% de cenizas-, sino que su aroma y textura la posicionan entre los hongos más deseados por la alta cocina europea. De hecho, nuestro país exporta morchella a precios que superan hasta 20 veces los de otros hongos deshidratados, con Francia como principal comprador.
A pesar de ello, su aprovechamiento sigue siendo extractivo, informal y sin trazabilidad, lo que amenaza su permanencia y también las oportunidades para cientos de pequeños recolectores y recolectoras, quienes han heredado el conocimiento ancestral de esta recolección silvestre.
Entre 2017 y 2021, el INIA Remehue junto con la seremi de Agricultura de Los Lagos y el gobierno regional, impulsó un proyecto ejemplar: caracterizar genéticamente la morchella del territorio Patagonia Verde, capacitar a recolectores y promover prácticas sustentables. Este esfuerzo permitió demostrar que algunas especies podrían ser endémicas de nuestros bosques, que existen oportunidades reales para diferenciarla en el mercado internacional y agregarle valor en origen.
Pero los desafíos siguen presentes. No basta con exportar un producto silvestre a granel: se necesita investigación constante, normativas que protejan los ecosistemas donde fructifica y cadenas de valor que beneficien a las comunidades locales. Además, urge descartar mitos peligrosos, como la idea de que la morchella solo aparece tras incendios forestales, una práctica riesgosa que podría generar presiones innecesarias sobre el recurso.
La morchella representa una oportunidad concreta para articular conservación, desarrollo rural y emprendimiento local. Chile tiene la posibilidad de liderar en el hemisferio Sur un modelo de manejo y comercialización sustentable para este hongo. Para lograrlo, necesitamos más inversión en ciencia, políticas públicas que reconozcan el valor de los productos forestales no madereros, y una sociedad que valore lo que crece en sus propios bosques. Porque la riqueza de un país no solo se mide en toneladas exportadas, sino también en cómo cuida, valora y proyecta sus tesoros naturales.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado