A partir de mi trabajo doctoral, he podido establecer conversaciones con 29 docentes jóvenes en Chile y Argentina, los cuales ya se encuentran integrados a la vida laboral o cursan su último semestre para convertirse en profesionales. Los contextos sobre la Educación Sexual Integral (ESI) en Chile y Argentina son cualitativamente distintos, mientras que en el caso nacional se plasma una necesidad de una ley ESI y de sus distintos focos, en el caso argentino existe un agradecimiento a la política ya implementada hace casi 20 años, pero igualmente con ciertas problemáticas y preguntas sin respuesta.
En esta línea, los últimos años se ha abierto una discusión predominantemente política-ideológica sobre la posibilidad de que el sistema educativo nacional construya y empuje una propuesta de ley de Educación Sexual Integral, en la cual han participado distintos actores del mundo educativo, así como también político. Sin embargo, me gustaría destacar cuatro tópicos a modo de resultados obtenidos en conversaciones con estos jóvenes docentes.
En primer lugar, existe un consenso generalizado respecto a la necesidad de legislar y promulgar una política nacional de ESI, superando censuras, tabúes y resistencias de ciertos sectores a que estos temas se trabajen en las escuelas y liceos del país. En segundo lugar, los profesores jóvenes manifiestan su preocupación sobre cómo estos temas deben ser trabajados en el contexto educativo, considerando también las subjetividades y miradas de padres, madres y apoderados. En este sentido, hay reparos sobre los conflictos y tensiones que este trabajo puede provocar en la relación docente-familia.
En tercer lugar, se instala la necesidad de una ESI con una mirada amplia, donde el proceso educativo no se centra solo en lo "sexual biológico", sino que también en temas fundamentalmente de socialización y todo lo que ello conlleva (construcción de relaciones sociales, mediación de problemas de convivencia, abordaje de situaciones críticas de violencia, entre otras), cuestión a la que la escuela como institución está históricamente llamada a abordar.
Un cuarto tópico destacado hace referencia a lo que significa la ESI en relación al reconocimiento, cuestión crítica en los distintos contextos escolares a nivel global, dado que la comprensión del fenómeno educativo en la actualidad va acompañado de una lucha por el reconocimiento de niños, niñas y jóvenes en todas sus diversidades e identidades.
Así, las conversaciones con profesores jóvenes recién empleados, como también con aquellos/as que están terminando sus estudios de pedagogía, indican que hay una brecha formativa en las distintas carreras respecto a la formación en temas de género, sexualidad y estereotipos que se reproducen en el contexto educativo y que la propia investigación, así como también los resultados en pruebas estandarizadas han demostrado que tienen impacto en el aprendizaje de niños, niñas y jóvenes de nuestro país. Será necesario que la discusión no solo entonces sea de carácter político, sino que esta también se traslade al ámbito pedagógico y con fuerza en la formación inicial de nuevas generaciones docentes.
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