“Imagínate hermano, de una obra de 100 millones de soles, que te caiga el 5%”, se le oye decir en el video a un funcionario de gobierno de PPK, acompañado por un Ministro del círculo más cercado del Presidente, a un congresista en el marco de la definición de su voto por el segundo proceso de vacancia presidencial.
Lamentable por decir lo menos. Para los que tengan dudas, PPK mandó a su ministro a comprar voluntades, a negociar con el fujimorismo de Kenji para evitar dejar Palacio. Lo que parecería confirmar que en algún otro lugar hace no mucho tiempo hubo un “imagínate hermano, mañana dejamos a tu papá libre”.
PPK estuvo dispuesto a todo para evitar dejar el poder. Después de una larga vida en los negocios y la política (a veces en ambos) logró llegar a la Presidencia de la República principalmente por el voto antifujimorista.
Por lo que una vez más en el Perú votaron por el candidato que parecía menos malo, que aseguraba que el indulto a Fujimori no estaba en agenda, que el crecimiento económico era su prioridad, que la lucha contra la corrupción era vital y que el Perú entraría a ser parte de la OECD.
Literalmente nada de eso ocurrió, tampoco bajaron las altas tasas de anemia de niños en la zona amazónica, ni los niveles de deisgualdad, ni mejoró la educación pública ni se construyó un sólo recinto médico nuevo.
En la historia, PPK será recordado por haber liberado al reo Fujimori y haber salido de Palacio por la puerta trasera.
Pero los videos no tenían como intención principal destruir al alicaído Presidente sino más bien impactar al hijo predilecto: Kenji Fujimori.
La trama se complejiza y toma ribetes distintivamente insólitos. En los últimos meses Kenji ganó ventajas claras frente a su hemana Keiko, candidata permanente a la Presidencia, no sólo por evidenciar su cercanía con el jefe del clan, Alberto Fuimori, sino también por – comunicacionalmente - mostrarse como algo distinto a la política tradicional.
Nada más evidente que su autoretrato como un avenger (un dibujo animado que representa un luchador por la justicia). Insisto, lo que pasa en Perú deberá ser estudiado no solo por historiadores.
Kenji empezó a ganar en la opinión pública, dejó el partido de Keiko, logró vincularse con otros Congresistas que hicieron lo mismo, mostró la diferencia con su hermana y entró en un proceso que muchos decían terminaría en Palacio.
No es de extrañar entonces que los famosos videos que destruyen a Kenji y su imagen de político limpio los divulga su hermana a un día del segundo voto de vacancia y a horas del lanzamiento del nuevo partido político del hermano.
El Congreso pedirá el desafuero de todos los Congresistas que aparecen involucrados en los videos.
PPK renunció en un video grabado distribuido por facebook. Nos hizo recordar a Fujimori renunciando por fax desde Japón.
También nos hizo acordar la precariedad de la política peruana, los altos niveles de corrupción, la destrucción de los partidos políticos, y por supuesto la incapacidad para pensar en el país y la necesidad de políticas públicas que permitan crecimiento y justicia.
Porque lo que ocurrió ayer no es un hecho aislado sino el resultado de años de destrucción de la política partidaria y la consolidación de una política mafiosa basada en videos, en matonería, en compra y venta de favores.
Lo que viene es aún más complicado. Llegará de Canadá el primer Vicepresidente llamado a asumir el rol Presidencial por lo que queda del periodo de PPK hasta el 2021 o proceder a un proceso de cambio constitucional para adelantar las elecciones.
Ya avisó por tuiter que asumirá su rol y no renunciará pero a nadie le queda claro si podrá armar un nuevo gobierno básicamente sin apoyo en el Congreso y con un deteriorado ambiente político.
Las interrogantes son mucho más que las certezas hoy en el panorama político peruano. Esto sin duda afectará la economía y la gobernabilidad del país.
Los videos quedarán para la historia, una elaborada por hombres y mujeres sin estatura política que negociaron por el 5% el destino de su país.
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