Carabineros lo merece

José Meza

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En Carabineros radica una responsabilidad que involucra a todas las ramas policiales, organismos y funcionarios del Estado, y es que ellos son el primer contacto de la ciudadanía con la ley y la autoridad. En la firmeza de esta relación es que todas las demás labores se ven validadas.

Las policías, Carabineros y PDI, le ponen el primer rostro a lo que significa servir a la Nación y previenen, combaten y persiguen el crimen, garantizando la seguridad y el orden público. Son los primeros encargados de atender a un llamado de auxilio. Sin embargo, la administración pública los ha relegado hasta el final de la fila y eso debe cambiar ya.

A la policía se le debe garantizar el respaldo institucional del Gobierno, se le debe dotar con la indumentaria necesaria para cumplir con sus labores, y se le debe remunerar a la altura de las responsabilidades y el tiempo que dedica a sus labores. De esa manera, abordamos de manera integral la lucha contra la delincuencia.

Hay un dato que la gente desconoce y es la remuneración de los carabineros. Un cabo recibe 625.476 pesos. Con ese monto nosotros esperamos que trabaje en turnos, atienda llamados a zonas de fuego, este disponible 24/7 y además que sea eficaz y con una moral y ética intachable. Eso paga el Estado de Chile, 1,5 sueldos mínimos, a quien le pide poner el pecho a las balas, pero no metafóricamente, sino a balas reales.

La crisis de seguridad es algo que se respira en las calles y a lo cual el Ejecutivo sigue haciendo la vista gorda, con discursos bonitos, pero dejando en la desprotección a las policías. Mientras algunos glorificaban el vandalismo, nuestros carabineros se convirtieron en la última y principal defensa de todos los chilenos. Ellos fueron la verdadera primera línea y la siguen siendo.

Pero ante la actitud del Gobierno y su falta de respaldo, sumado a los reproches de parte de la población y los riesgos de perder la vida en servicio, es que los incentivos para querer formarse como policía son cada vez menores. Creo firmemente que mejorar los salarios de los escalafones más bajos y las compensaciones que reciben debe ser uno de los primeros pasos que debemos dar. Ahora, esto no es una cuestión de llegar y sacar fondos desde un sombrero mágico, debemos ser responsables en el gasto fiscal y eliminar gastos que representan fugas y derroche público, como fue el presupuesto de la convención constituyente, que significó 17 mil millones de pesos en 10 meses. Perfectamente se pueden redistribuir los recursos atendiendo las verdaderas urgencias de los chilenos, como lo es la seguridad y el orden público.

El respaldo institucional necesariamente debe ir acompañado de una mejora salarial. El carabinero de a pie debe sentir que su labor es verdaderamente reconocida y eso pasa en gran medida por los salarios. En ellos recae mucha responsabilidad y ponen en riesgo sus propias vidas cada vez que portan el uniforme e incluso cuando no. Carabineros lo merece.